Durante el verano, es común llevar el iPhone a lugares como la playa, la piscina o el río. Aunque no tengas intención de que tu teléfono se moje, los accidentes ocurren. Por suerte, muchos smartphones son resistentes al agua, lo que significa que pueden soportar estar sumergidos en el agua sin sufrir daños graves. Sin embargo, el agua puede causar problemas, especialmente con el puerto de carga, que puede dejar de funcionar correctamente.