Cómo limpiar aparatos electrónicos y desinfectarlos de COVID
Los teléfonos móviles, las tablets y los ordenadores portátiles pueden convertirse fácilmente en un depósito de gérmenes y bacterias. Los llevamos con nosotros a todas partes y los ponemos en contacto con todo tipo de superficies, por lo que no es de extrañar que pronto empiecen a acumular polvo, suciedad… o cosas peores. En esta guía te enseñaremos lo que debes hacer para cuidar la higiene de todos tus dispositivos y, por tanto, la tuya propia.
¿Por qué es necesario desinfectar tu móvil?
Lavarse las manos a menudo es la regla de oro para protegerse contra los virus y las bacterias. Se trate del Coronavirus (COVID-19) o de cualquier otro, esta buena práctica es esencial para prevenir problemas de salud. No obstante, si seguimos tocando como si nada las pantallas de nuestros móviles y tablets, nuestros esfuerzos y buenas intenciones habrán sido en vano. Por ello, es muy importante saber cómo limpiar y desinfectar adecuadamente la pantalla del teléfono.
¿Cómo limpiar tu móvil o tablet?
Limpiar el teléfono correctamente y sin dañarlo es muy fácil, tan solo necesitas usar toallitas húmedas desinfectantes. Las puedes encontrar en cualquier supermercado, no dañan tu dispositivo y eliminan gérmenes y bacterias con un eficacia casi del 100%. Si no las encuentras o prefieres no comprarlas, puedes usar cualquier otro tipo de toallita o paño suave humedecido en una solución de agua y alcohol etílico.
La toallita debe pasarse no solo por la pantalla sino por toda la superficie externa del dispositivo. De hecho, especialmente si tu teléfono tiene una funda o una carcasa, la mayoría de residuos se acumulan en la parte trasera y en la propia funda.
Lo que no debes hacer
Tomaremos como referencia las sugerencias de Apple en esta guía para limpiar sus productos, que pueden aplicarse para cualquier dispositivo electrónico:
- Limpiar la pantalla con mucha fuerza o apretando demasiado.
- Sumergir el dispositivo directamente en desinfectante líquido, a menos que estés completamente seguro de que tu dispositivo es resistente al agua.
- Rociar desinfectantes en aerosol directamente sobre el dispositivo.
- Utilizar una tela rugosa que pueda rayar la pantalla (ni siquiera papel).
- Utilizar productos muy agresivos como la lejía.
¿Cómo limpiar el teclado de tu PC?
Si bien los móviles y tablets pueden desinfectarse fácilmente gracias a que cuentan con una pantalla táctil, los ordenadores, por su parte, pueden no ser tan fáciles de limpiar. ¿Cómo debemos proceder entonces? Si es un portátil, apaga el ordenador, desconéctalo de la toma de corriente y, si es posible, extrae la batería. Si el teclado no está integrado, sencillamente desconéctalo del PC (quítale también las pegatinas o cualquier tipo de protector si lo tuviera).
Acostumbramos a limpiar los teclados con un spray de aire comprimido, el cual resulta muy útil para eliminar los residuos que quedan entre las teclas y que son muy difíciles de alcanzar solo con un paño. Sin embargo, puesto que lo que conseguimos es esparcir esos residuos por el aire y por toda la superficie del teclado, esta solución no es la más recomendable en nuestra opinión. Lo mejor es darle la vuelta al portátil o al teclado para que la suciedad caiga por sí misma, y limpiarlo después con un paño suave (microfibra o gamuza) ligeramente húmedo. Una masilla de limpieza o un cepillo de dientes también pueden resultar práctico contra la suciedad incrustada, pero ten cuidado de no frotar demasiado fuerte si no quieres que queden rayones.
Consejo: siguiendo los mismos procedimientos, limpia también el ratón o el touchpad.
¿Cómo limpiar la pantalla de tu PC?
Aún más delicada que el teclado o el ratón, la pantalla puede dañarse muy fácilmente si se utilizan productos agresivos. Así pues, nosotros te recomendamos que utilices un paño de microfibra o una toallita para las gafas, humedecidos con un poco de agua. Pásalo por la superficie muy suavemente, sin frotar ni rascar.
La higiene de los aparatos electrónicos, como la de cualquier otro objeto cotidiano, contribuye a prevenir los riesgos para nuestra salud. ¡Convertir estas pequeñas precauciones en un hábito puede marcar la diferencia!