¿Duermes con el móvil junto a tu cama? Entonces esta información te interesa

¿Duermes con el móvil junto a tu cama? Entonces esta información te interesa

Mucho se ha dicho sobre los efectos de nuestros teléfonos en la salud, ¿pero qué hay de aquellos que suelen dormir con el móvil en la almohada? ¿Es tan malo como se piensa?

En un mundo híper conectado como el nuestro pasamos gran parte del día interactuando con otros o consumiendo contenidos de internet por medio de nuestros teléfonos móviles. Y es que se han convertido en verdaderos centros de entretenimiento, además de implementar funciones útiles en el día a día como alarmas o recordatorios que podemos personalizar a nuestro antojo. Esto ha hecho que, para muchas personas, se vuelva de lo más normal mantener el móvil siempre cerca, incluso sobre la almohada o en la mesita de noche al momento de irse a dormir. Sin embargo, diversos especialistas han alertado sobre los riesgos a la salud que esto implica, y que debes tener en cuenta si tú también acostumbras hacerlo.

Una de las preocupaciones más recurrentes gira en torno a potenciales efectos de la radiación de los móviles, haciendo que muchos tiendan a ligar su uso a un aumento en el riesgo de padecer cáncer de cerebro. Sin embargo, cabe destacar que un estudio reciente publicado en la revista científica "Cancers" , donde se estudió a un grupo de personas durante 20 años, no se ha encontrado una correlación directa entre esta práctica y el aumento de afecciones debido a la radiación. ¿El motivo? El tipo de radiación emitida por estos dispositivos es no ionizante (del mismo modo que los microondas) y  no es el mismo que en otros aparatos, como pueden ser los de rayos X. Es decir que, en un primer momento, no hay que temer efectos nocivos en nuestro cerebro debido a la cercanía de los teléfonos móviles, con el matiz de que tampoco se ha comprobado que sean totalmente inofensivos. 

Sin embargo, cabe destacar que otro tipo de problemas de salud se han ligado directamente al uso del móvil por las noches. Diversos estudios han demostrado que usarlo por las noches justo antes de dormir tiene un impacto negativo en nuestra calidad de sueño, además de volver más difícil que conciliemos el sueño. Existen diversos motivos detrás de esto: el primero y más importante es que, al usar el móvil, estamos activando circuitos cerebrales que aumentan nuestra atención y nos mantienen en un estado de estimulación, ya que navegar por estos dispositivos requiere de habilidades manuales y cognitivas que simplemente damos por hecho. 

El segundo problema viene ligado al tipo de luz que emiten los celulares con pantalla táctil, ya que alteran nuestro ciclo circadiano, impactando de manera negativa la producción de melatonina, la hormona encargada de hacernos sentir cansados por la noche. Una sobre estimulación dificulta además nuestra capacidad para alcanzar una fase de sueño REM, indispensable para ayudarnos a procesar emociones y recuerdos mientras soñamos. La falta de sueño profundo y el insomnio que genera usar el móvil por las noches, nos hace sentirnos más cansados al día siguiente y puede agravar nuestros niveles de estrés, depresión y ansiedad. 

Los inconvenientes que pueden desprenderse de un uso constante del teléfono móvil no se limitan a horas nocturnas: un estudio realizado por MIT mostró que consumir una gran cantidad de contenidos noticiosos puede afectar de manera significativa tus niveles de ansiedad, mientras que pasar horas en redes sociales como Instagram y TikTok puede tener un efecto negativo sobre el autoestima, promueve el aislamiento e influye de manera directa en los niveles de depresión, especialmente en jóvenes. Pasar horas haciendo scroll  puede llevar asimismo a desarrollar comportamientos compulsivos, afectando a largo plazo nuestra sensación de bienestar y capacidad para concentrarnos en otras tareas. 

Aunque no existe una solución única para este fenómeno, los especialistas recomiendan crear una rutina que limite el uso de aplicaciones y redes sociales, así como dejar de usar el móvil de preferencia un par de horas de irse a la cama. Por supuesto, estos ajustes dependerán de las necesidades de cada quién, pero es información importante a tener en cuenta para mejorar nuestra salud mental.