Cómo proteger los derechos de autor del plagio
Las facilidades que brindan las tecnologías digitales para la copia de información, —especialmente internet— hacen que los trabajos intelectuales sean cada vez más vulnerables ante los intentos de plagio. Esto se ha convertido en un motivo de preocupación para los creadores, en general, tales como escritores, artistas gráficos e investigadores.
¿Cómo proteger el trabajo intelectual?
La propiedad intelectual se refiere a las obras creadas por la mente humana, tales como obras artísticas y literarias, invenciones y, en el campo comercial, las imágenes, los diseños, símbolos y nombres de marca, de acuerdo con la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI).
Para proteger tu trabajo intelectual, puedes acceder a servicios de custodia física, electrónica (en la nube) o en medios magnéticos de archivos y documentos de valor durante el proceso creativo de tus obras y al terminarlas. Según el nivel de confidencialidad de tu trabajo, puedes optar por el uso de bóvedas de seguridad que forman parte de los servicios de custodia física.
Siempre que sea posible, haz copias en papel impreso y mantén un registro histórico (con fechas) de tu trabajo realizado, ya sea en forma de bosquejos, maquetas, planos, etc. En lo posible, conserva el mismo estilo del contenido antes de la versión definitiva. Con todos estos elementos, es más fácil probar un plagio.
Una vez finalizada tu obra, asegúrate de utilizar los medios legales específicos para proteger tu trabajo intelectual, de acuerdo con el área de tu creación, ya sea propiedad industrial (marcas, patentes de invenciones, diseños industriales e indicaciones geográficas) o derechos de autor (obras literarias, obras artísticas, películas, música y diseños arquitectónicos).
Ten en cuenta que los derechos que tienes sobre tu trabajo intelectual son territoriales, es decir que su protección, generalmente, solo se aplica en el país o la región donde ésta se ha solicitado y obtenido. En este sentido, si tu trabajo intelectual va a ingresar a mercados de exportación, es fundamental contar con la protección adicional necesaria en el extranjero.
¿Cuáles son las obras que protege el derecho de autor?
Los productos finales o creaciones de autores, artistas y demás creadores, son denominados, por lo general, “obras”, las cuales gozan de protección a través de los derechos de autor si son originales. El concepto de originalidad implica que la mayor parte de las obras requieren un autor humano.
Desde su creación, una obra con contenido original se protege por el derecho de autor, que designa el conjunto de prerrogativas que poseen los creadores de obras artísticas y literarias, como novelas, periódicos, publicidades, documentos de referencia, bases de datos, poemas, obras de teatro, coreografías, composiciones musicales, diseños de moda, programas informáticos, películas, creaciones audiovisuales, obras escultóricas, dibujos, pinturas, fotografías, obras arquitectónicas, planos, mapas, dibujos técnicos, etc.
Las ideas, los procedimientos, conceptos y métodos no están protegidos por el derecho de autor.
Si bien, en el entorno digital, existen varios tipos de inteligencia artificial —en el proceso creativo— capaces de generar obras sin intervención humana (en ámbitos como la música, los videojuegos y el periodismo), en la mayoría de países, únicamente las obras creadas por un ser humano pueden estar protegidas por el derecho de autor.
¿Cómo registrar un 'copyright'?
El registro de ‘copyright’ es voluntario, teniendo en cuenta que la protección por derecho de autor existe desde el momento de creación de la obra en la mayoría de países gracias al Convenio de Berna. Este tratado es administrado por la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI) y la gran mayoría de países (178) forman parte del mismo (como España, México, Colombia, Argentina, Chile, Perú, entre otros).
Cabe anotar que el registro de ‘copyright’ es un medio eficaz para defender tu autoría y/o la titularidad de tus derechos en caso de alguna infracción en el uso de tu obra. La OMPI especifica que varios países miembros del Convenio de Berna tienen sistemas nacionales de registro y depósito de obras, que varían mucho de un territorio a otro.
En algunos países se usa un depósito material (registro) y en otros, solo una inscripción que requiere la presentación de declaraciones. En términos generales, esto se puede hacer, por ejemplo, ante un notario, un representante judicial, una sociedad de autores o mediante un sobre sellado. Los mecanismos y requisitos para el registro de ‘copyright’ dependen de las leyes de tu país y de la naturaleza de tu obra.
Explotación de obras a nivel internacional
Debido a que muchas obras protegidas por el derecho de autor se explotan a nivel internacional, la protección fuera del país de origen se garantiza mediante tratados que se basan en la reciprocidad y el reconocimiento mutuo para que los autores disfruten de los beneficios del derecho de autor a escala mundial.
Por este motivo, confirma con las autoridades nacionales si tu país reconoce el tratado específico relacionado con tu derecho de autor.
¿Cómo detectar plagios de textos?
Existen varias herramientas gratuitas y de pago para detectar plagios de textos. A continuación te presentamos algunas de fácil uso:
- Google: copia algunas palabras clave representativas, incluso frases enteras del contenido original y pégalos en el motor de búsqueda Google, sin olvidar las comillas. Si existe una copia y si los extractos son bien escogidos, los resultados de la búsqueda deberían aparecer en las 10 primeras páginas.
- Quetext: es una página web gratuita con una interfaz muy sencilla, que te muestra el porcentaje de probabilidad de plagio por cada resultado encontrado. Solo necesitas copiar y pegar el texto; después, pulsa Check plagiarism. ¡Así de fácil!
- Plagium: está disponible en 4 idiomas y su interfaz te presenta de forma organizada los resultados por porcentaje de coincidencias. Puedes hacer búsquedas esporádicas gratis.
- Turnitin: es una herramienta antiplagio de pago conocida en el entorno académico, que no solo detecta el plagio en trabajos de investigación, sino también en códigos de programación.
- Plagiarisma: te permite copiar textos en 190 idiomas, URLs o subir diferentes tipos de archivos gratis.
¿Cómo detectar plagios de imágenes?
TinEye es un motor de búsqueda inverso de imágenes. Permite saber si una creación pictórica original ha sido repetida en otros sitios sin autorización. Su uso es sencillo, solo tienes que subir la imagen desde tu ordenador o ingresar su URL si tiene una dirección web. TinEye detectará los sitios que la repitieron.
Google Image Search te permite encontrar las páginas web que utilizan una imagen a partir de su URL o archivo.
¿Cómo proteger tu app contra posibles plagios?
Actualmente, el lanzamiento de aplicaciones puede generar gran inquietud para los emprendedores, quienes temen que alguien robe su idea y copie su aplicación. Sin embargo, existen varios consejos que pueden ayudarte a proteger tu app del plagio. A continuación te los presentamos:
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Regla del silencio: durante la fase de desarrollo de la app, es mejor evitar compartir tus ideas sobre la aplicación con tus familiares y conocidos. Cuando hablas con alguien sobre los detalles de la app, la haces más vulnerable al plagio.
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Socios de confianza: en ocasiones creemos que se puede confiar en todos los desarrolladores, pero algunos también pueden robar tu idea si son poco profesionales. Por lo tanto, es recomendable elegir tu equipo de desarrolladores con base en su experiencia en proyectos similares, la reputación de su compañía, referencias y testimonios. En este caso, es más seguro trabajar con desarrolladores de una empresa reconocida que con desarrolladores independientes.
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Registro de marca: cuando registras una marca y un logo que identifica tu aplicación ante las autoridades competentes de tu país, puedes impedir que otros usen la misma imagen y nombre para un proyecto que plagie tu app. Averigua la protección que te ofrece un registro de marca conforme a las leyes de tu país.
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Contrato de confidencialidad: un contrato de confidencialidad firmado es fundamental para evitar plagios de tu app cuando su desarrollo está a cargo de terceros.
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Propiedad de la aplicación: en el contrato de prestación de servicios, especifica que la app te pertenece exclusivamente a ti y que la compañía no tiene derecho a ningún beneficio que ésta pueda generar.
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Establecer los derechos de autor: debes inscribir tu app ante la autoridad competente de tu país para establecer tus derechos de autor. En el proceso, es posible que debas comprobar tu autoría.