A menudo se ignora: para eso sirve el agujero del destornillador
No se trata de un práctico agujero para colgarlo en el cuarto de herramientas. Su función va más allá.
Todo el mundo debería tener al menos un buen destornillador en casa para poder realizar las reparaciones más recurrentes en el hogar, desde ajustar piezas hasta armar muebles.
Aun quienes tienen cierto grado de familiaridad con el bricolage pueden desconocer la función tan práctica que muchos modelos esconden: el orificio en el mango del destornillador. Esta parte, comúnmente ignorada, tiene en realidad una función distinta a la que se piensa, y puede hacerte la vida mucho más fácil al momento de hacer reparaciones en casa o proyectos de carpintería.
Mucha gente simplemente utiliza el agujero del mango del destornillador para colgar la herramienta en algún lugar. Algunos incluso le pasan una cuerda para que sea más sencillo colgarla. Pero su función real es mucho más útil.
De vez en cuando hay tornillos que simplemente no se aflojan, sin importar cuánta fuerza utilices para girar la herramienta. En esos casos, puedes insertar un segundo destornillador u otra herramienta alargada en el orificio transversal del destornillador y usarlo como una palanca.
Los tornillos atascados se pueden aflojar mucho más fácilmente por este motivo: cuanto más larga sea la palanca, más fácil resultará usar la fuerza. Por lo tanto, si vas a comprar un destornillador, debes asegurarte de que haya un orificio transversal en el mango.
Alternativamente, también existen productos con soporte para llaves hexagonales que sirven para el mismo propósito. Sin embargo, también necesitas el tamaño correcto, un paso engorroso que puedes ahorrarte con el truco del agujero.
Sin embargo, también debes tener cuidado de no ejercer tanta fuerza sobre el tornillo como para romperlo. Si gira pero no sale más, el material puede deformarse y la cabeza podría romperse. En este caso, podría ser útil rociar un poco de aceite penetrante entre el tornillo y el material antes de girar .
También debes tener cuidado si quieres atornillar un tornillo en algún material y delgado. Si es necesario, conviene volver a desenroscar el tornillo y perforar nuevamente un pequeño agujero.