El truco de la taza en el lavavajillas para ahorrar en la factura de electricidad

El truco de la taza en el lavavajillas para ahorrar en la factura de electricidad

Con el precio de la electricidad en aumento, es imprescindible reducir el consumo de los electrodomésticos que más energía consumen. Este sencillo consejo te ayudará a ahorrar dinero al usar tu lavavajillas.

Aunque no sea imprescindible, el lavavajillas es uno de los electrodomésticos más populares, ya que es una forma práctica de librarse de la tarea de fregar los platos, sobre todo cuando se acumulan después de varias comidas. Sin embargo, aunque los modelos recientes son mucho mejores que sus predecesores, siguen consumiendo mucha electricidad. Afortunadamente, hay un par de trucos que te ayudarán.

En primer lugar, procura llenar el aparato, ya que hacer funcionar un lavavajillas a media carga no es nada económico. Coloca los cubiertos con la cabeza hacia arriba para una limpieza óptima, excepto los cuchillos, que deben colocarse siempre boca abajo por razones de seguridad. Y si los platos están muy sucios, pásalos por agua antes de volver a colocarlos en la cesta. 

A continuación, asegúrate de que utilizas el modo más eficiente desde el punto de vista energético. Para ello, consulta sus instrucciones de uso, examina detenidamente el consumo de energía de cada modo disponible, expresado en kilovatios hora (kWh), y elige el modo que menos energía consuma, dure lo que dure. Cuidado, ¡porque no siempre es el modo Eco! Y evita los ciclos rápidos o intensivos, que suelen consumir mucha energía. 

Además, limpia el lavavajillas con regularidad. Lava la cuba y las paredes, y aclara el filtro con agua limpia, utilizando vinagre blanco. Un lavavajillas limpio funciona mejor y consume menos electricidad. Por último, opta por el secado natural. Basta con abrir la puerta del lavavajillas después del ciclo de lavado para que se seque al aire.

Además de estos consejos de sentido común, existe un truco muy eficaz que consiste simplemente en utilizar una taza o un recipiente pequeño. Coge una taza y llénala de vinagre blanco, zumo de limón o bicarbonato de sodio, y colócala en la rejilla superior del lavavajillas antes de iniciar el ciclo. Estos ingredientes naturales ayudan a limpiar a fondo el lavavajillas y eliminan la cal, que puede hacer que el aparato gaste más electricidad. Aplicando este truco una vez al mes, no sólo alargarás la vida de tu lavavajillas, sino que también reducirás tu factura de la luz.