80-30-3: la regla infalible para comprar un smartphone usado sin miedo a que te engañen
Cuando se trata de comprar teléfonos usados, es crucial prestar atención a la regla 80-30-3, que asegura menos sustos y un ahorro significativo.
Actualmente, los teléfonos de alta gama superan con facilidad la marca de los 1.000 euros, haciéndolos inaccesibles para muchos consumidores, lo que ha convertido al mercado de segunda mano en una opción en alza a la hora de comprar un dispositivo. Sin embargo, hay varios factores que se deben considerar al comprar teléfonos usados.
A diferencia de los dispositivos nuevos, el mercado de teléfonos usados involucra a muchos vendedores privados, ofreciendo posibles gangas pero también presentando mayores riesgos. Otra parte de este mercado la ocupan los proveedores de teléfonos reacondicionados, un término poco preciso en la mayoría de los casos, lo que obliga a un escrutinio cuidadoso por parte del comprador. Comprar a un distribuidor ofrece una garantía de 12 meses en artículos usados, y las compras online vienen con un derecho de desistimiento que permite devoluciones dentro de las dos semanas posteriores a la transacción. Los vendedores privados tienen menos obligaciones, dejando al comprador sin derecho de cambio o devolución en muchas ocasiones. La comunicación clara de los términos antes de la compra ayuda a evitar disputas.
Entonces, ¿qué deberías buscar en un teléfono usado? Ya sea de un distribuidor o un vendedor privado, ofrecer información precisa y detallada es obligatorio para cualquiera que venda un teléfono usado. Lee detenidamente la descripción del artículo, y presta especial atención a las fotos. El desgaste aceptable depende de las preferencias personales, y muchas veces las fundas pueden ocultar imperfecciones menores (los arañazos visibles en la pantalla son otro asunto). La regla 80-30-3 consolida tres puntos cruciales:
- Capacidad de batería del 80%: Un teléfono cumple su propósito cuando dura al menos un día de uso completo. Dado que las baterías se degradan y su reemplazo suele ser costoso, es aconsejable asegurar un mínimo del 80% de capacidad restante. Los iPhone revelan esta información en la configuración, mientras que para Android, pueden usarse aplicaciones como CPU-Z para obtener una evaluación fiable del estado de la batería.
- Ahorro del 30%: El mercado de los teléfonos móviles es dinámico, con tendencias que cambian rápidamente. Estar un paso atrás con un teléfono usado es aceptable, pero debe venir con una reducción de coste que se haga notar. Fíjate en que el teléfono tenga un descuento de al menos el 30% en comparación con el precio original.
- Máximo 3 años de antigüedad: Al considerar modelos de gama media o alta, se recomienda una edad máxima de dos a tres años. Esto asegura que el terminal que estás comprando aún recibirá actualizaciones y podrás disfrutarlo por más tiempo con total seguridad. Apple típicamente ofrece actualizaciones durante periodos más prolongados, justificando un umbral de tres años. Los fabricantes de Android varían en sus enfoques, pero también se evidencia una tendencia hacia actualizaciones extendidas.
Evalúa cuidadosamente estas recomendaciones y optimiza tu inversión en tecnología.