Internet de las cosas (IoT): qué es, aplicaciones, ejemplos
Seguro que no es la primera vez que oyes hablar acerca del Internet de las cosas, también conocido por sus siglas en inglés como IoT. Seguro lo has leído en artículos y noticias, o has oído hablar de él. En este artículo, al fin, resolvemos tus dudas y te explicamos de manera sencilla todo lo que necesitas saber acerca de esta tendencia.
¿Qué es el Internet de las cosas o IoT?
Cuando oímos el término Internet de las cosas, dos palabras se nos deberían venir inmediatamente a la cabeza: “conexiones” e “información”. ¿Por qué? El Internet de las cosas es el conjunto o la red formada por una gran cantidad de dispositivos conectados entre sí a través de Internet, intercambiando información en un ciclo de retroalimentación constante por medio de chips y sensores. Esto se realiza con la ayuda de APIs (protocolos de conexión e intercambio de información), sensores y otras tecnologías específicas. Se estima que ya en 2020 había 10 mil millones de objetos conectados, y se espera que para 2025 se alcancen los 22 mil millones.
El desarrollo del internet de las cosas ha sido posible gracias a las siguientes tecnologías:
- Sensores de bajo costo y alta potencia: los sensores cada vez más asequibles y fiables están haciendo posible la tecnología IoT para más fabricantes.
- Conectividad: los protocolos de red para Internet han facilitado la conexión de sensores a la nube para lograr una transferencia de datos rápida y eficiente.
- Tecnología de información en la nube: el desarrollo de plataformas en la nube permite a las empresas y a los consumidores acceder a la infraestructura que necesitan sin tener que administrarlo todo o invertir en servidores propios. Esta tecnología además facilita el procesamiento y almacenamiento de datos detrás de los modelos más potentes de inteligencia artificial.
- Aprendizaje automático y analítica: con los avances en aprendizaje automático y analítica, además del acceso a una inmensa cantidad de datos, las empresas pueden recopilar información de forma más rápida y fácil.
- Inteligencia artificial (IA) conversacional: el desarrollo de los modelos de redes neuronales ha llevado el procesamiento del lenguaje natural (PLN) a dispositivos de uso cotidiano como los asistentes personales digitales (como Alexa o Siri), trayendo a los hogares tecnología asequible y útil.
¿Para qué sirve el Internet de las cosas?
El Internet de las cosas nos permite manejar los datos de una manera eficiente y extraer conclusiones oportunas para cumplir con los objetivos que nos hayamos propuesto. Estos pueden ser reducir gastos, optimizar sistemas, mejorar la gestión de materiales, etc. El Internet de las cosas se emplea tanto a nivel doméstico como a nivel industrial en grandes corporaciones, con especial importancia en sectores como el medioambiental y el clínico.
¿Cuáles son algunos ejemplos de uso del IoT?
A continuación, incluimos algunos ejemplos prácticos que te permitirán entender mejor para qué sirve y cómo funciona el Internet de las cosas.
- Seguridad en el hogar: con la ayuda de un sistema de alarmas y cámaras que puedes gestionar a través de un smartphone.
- Mejora de la calidad de vida en las grandes ciudades: a través del estudio previo de las condiciones y la creación de modelos sostenibles en cuanto al consumo de energía, el uso de recursos, el análisis de sistemas de riesgo, etc.
- Monitoreo de pacientes: para estar al tanto del estado de salud de pacientes con diferentes enfermedades, o para la prevención de las mismas.
- Termostatos inteligentes: que reciban información acerca del tiempo que te queda para llegar a casa, extrayendo datos del vehículo que conduces. Cuando estés a cierta distancia, se ajustarán a la temperatura deseada.
- Frigoríficos inteligentes: que detectan cuando un alimento se va a terminar y realizan el pedido online.
- Ganadería: permite realizar un seguimiento de todos los animales y asegurar su bienestar.
- Agricultura: para optimizar el uso de la maquinaria, supervisar el estado de los cultivos y anticipar posibles plagas o un clima desfavorable.
- Textiles inteligentes: con el fin de que ciertas prendas se limpien o se calienten solas cuando sea necesario.
- Movilidad: dispositivos que permiten ahorrar combustible en tu vehículo, conocer el estado de las carreteras en tiempo real, los principales lugares de interés, etc.
¡Y existen miles de ejemplos más! Si te interesa un campo en concreto, anímate a buscar en la red si existe alguna solución enfocada a él, porque seguramente encuentres más de una. Esperamos que este artículo te haya sido de ayuda y no vuelvas a tener dudas cuando alguien hable del Internet de las cosas.