Móvil espía: tu móvil te ve, escucha y localiza

Móvil espía: tu móvil te ve, escucha y localiza

Seguro que te ha pasado: hablas con alguien sobre viajar o comprar un teléfono y en cuestión de horas o días, la publicidad que ves en tus redes sociales está directamente relacionada con esa conversación. ¿Es una coincidencia? No, no lo es. A continuación, la respuesta y los matices necesarios para mantener precauciones.

¿Tu móvil te escucha?

Si usas un smartphone con sistema operativo Android (Google) o iOS (Apple), ya sabrás que el micrófono está atento por si solicitas algo a la voz de "OK, Google" y "Hola, Siri". Sin embargo, las "orejas" de tu teléfono siguen abiertas en muchos otros momentos. Por ejemplo, Facebook e Instagram, dos de las apps más instaladas en todo el mundo, utilizan información procedente de tu micrófono para recopilar datos sobre ti y después vendérselos a otras empresas interesadas en mostrarte publicidad o venderte sus productos.

Esa es la razón por la que estas empresas y muchas otras te ofrecen sus plataformas y servicios gratis: a cambio, tú les permites acceder a información sobre ti que tiene un alto valor comercial. El sistema que siguen estas apps no solo suministra información sobre los consumidores a las empresas dispuestas a pagar, sino que también permite hacer ese recorrido a la inversa: las empresas pueden pagar a esas apps para que muestren sus productos y servicios a segmentos muy específicos de la población (por ejemplo, a mujeres de entre 22 y 25 años que vivan en entorno urbano, que amen el tenis y se despierten muy temprano).

Para comprobar qué apps y juegos de tu dispositivo tienen acceso al micrófono, debes leer en detalle las condiciones generales de uso antes de aceptarlas. También puedes abrir los ajustes de privacidad de tu dispositivo y comprobar qué apps están habilitadas para usar tu micrófono. En esa misma ventana, independientemente de si usas Android o iOS, podrás desactivar el acceso al micrófono de las apps que aparecen, pero ten presente que eso podría limitar o bloquear el uso de estos programas.

¿Tu móvil te ve?

Al igual que con el micrófono, una larga lista de aplicaciones tienen permiso para acceder a tu cámara y procesar las fotos que almacenas en tu dispositivo. Aunque parezca increíble, la tecnología actual permite analizar imágenes en busca de parámetros de todo tipo, desde la presencia de marcas comerciales, hasta la edad media de las personas que aparecen o la franja horaria que indica la luz.

En los ajustes de privacidad de tu dispositivo puedes ver qué aplicaciones tienen acceso a tu cámara. Nuestro consejo es que desactives sin pensarlo cualquier app que, aparentemente, no deba tener acceso a tu cámara para poder funcionar. Por ejemplo, si en la lista aparecen aplicaciones de recetas o juegos que nada tienen que ver con fotografía, quítales el acceso a tu cámara.

No es necesario dejarse llevar por el miedo: si usas aplicaciones oficiales que se ajusten a las normas de tu país o región, tus datos seguirán fluyendo pero tu privacidad estará protegida y no tendrás que esconderte de tu propia cámara cuando necesites intimidad. Ten en cuenta que, salvo que tengas una profesión en la que la información sea muy sensible (por ejemplo, abogado o periodista), los parámetros estándar de las apps más populares permiten comercializar con tus datos (incluida la información que se obtiene de tu cámara y fotos), pero sin revelar tu identidad.

¿Tu móvil te localiza?

Tu localización es una de las informaciones más atractivas y apreciadas dentro del gran negocio de los datos. Este interés se basa en que a través de tu ubicación en el mapa es posible sacar muchas conclusiones: en qué barrio vives, en qué zona trabajas, qué tipo de establecimientos frecuentas, qué horario vital y laboral sigues, con qué tipo de personas te relacionas...

El acceso a la localización de tu teléfono también aparece en los ajustes de privacidad. Conceder o retirar permisos para que las apps vean dónde estás tiene pros y contras: algunos programas no pueden funcionar sin tener acceso a tu GPS (piensa en apps como Google Maps), mientras que si tienes demasiadas apps usando tu ubicación todo el tiempo, notarás que la vida útil de tu batería se reduce.

Además de poder decidir sobre qué apps acceden a tu localización a través de las preferencias de privacidad de tu dispositivo, recuerda que también puedes desactivar la localización (GPS) de tu teléfono desde el menú primario que se activa deslizando el dedo desde arriba, en el caso de Android, o desde abajo de la pantalla, en el caso de los dispositivos móviles de la marca Apple.

¿Cómo proteger tu privacidad?

En el panel de preferencias de tu dispositivo móvil puedes consultar qué apps tienen acceso directo a tu micrófono, cámara, agenda, localización... En ese mismo panel, puedes habilitar y deshabilitar el acceso de estas apps a todas esas fuentes de información personal sobre ti. Sin embargo, antes de desconectarlas, debes tener en cuenta que en la mayoría es imprescindible permitir esos accesos para poder usar la app sin problemas.

El uso de datos con fines comerciales es una de las bases que permite que muchas apps ofrezcan sus servicios de forma gratuita. Sin embargo, no hay que confundir esto con un uso abusivo de tus datos personales. Si descubres que una app está violando tu privacidad o no está respetando los permisos que le concediste, denúncialo. Si sospechas que una app actúa en segundo plano para seguir captando tus datos, y crees que puedes prescindir de esa app, desinstálala.

Por último, piensa lo siguiente: actualmente nuestros datos se usan a nivel masivo (metadatos) para descubrir patrones, desde cosas elementales (¿en qué zona de la ciudad hay más personas paseando a su perro?) hasta temas muy específicos (por ejemplo, limitar la expansión del coronavirus). Estos descubrimientos están al servicio de empresas con intereses comerciales y cuya misión consiste en vender y obtener beneficio, como cualquier empresa. Sin embargo, ¿qué se podría hacer si todos esos datos anónimos estuvieran al servicio del bien común y tuvieran utilidad pública? El debate está servido.