Los iPhone están a punto de subir de precio por este motivo
Los cambios en la política norteamericana podrían ocasionar un efecto dominó en los productos tecnológicos.
El próximo presidente de Estados Unidos de América, Donald Trump, ha hecho una declaración de gran impacto: pretende aumentar los aranceles un 10% a todos los productos importados de China. Esto incluye, por supuesto, los productos tecnológicos, entre los cuales se incluyen los iPhone.
Detrás de esta intención existe un argumento de peso: en su anterior período presidencial, Trump ya había comenzado una guerra comercial con China, argumentando que dicho país no ha tomado las medidas necesarias para impedir la entrada de fentanilo en el país, una droga que está causando verdaderos problemas sociales y sanitarios. A pesar de que anteriormente el gobierno chino había prometido aplicar la pena de muerte a los traficantes, esta política no se ha implementado aún, y Trump quiere tomar esta medida como una forma de ejercer presión. Este es el mensaje que publicó Trump en la red social Truth Social:
"He mantenido muchas conversaciones con China sobre las enormes cantidades de drogas, en particular de fentanilo, que se envían a Estados Unidos, pero han sido en vano. Los funcionarios chinos me dijeron que aplicarían su pena máxima, la pena de muerte, a cualquier narcotraficante sorprendido in fraganti, pero desgraciadamente nunca lo hicieron. Las drogas siguen inundando nuestro país, principalmente a través de México, a niveles nunca vistos. Hasta que se detengan, impondremos un impuesto adicional del 10% a China, además de todos los demás impuestos ya vigentes, sobre todos sus numerosos productos que entran en Estados Unidos de América".
¿Cómo afectará esto al mercado de la tecnología? Tomando en cuenta que las principales fábricas de micro componentes, procesadores y otras piezas se encuentran en China, los precios se verán directamente impactados por el aumento de aranceles. En el caso de Apple, la empresa tiene dos opciones: absorber los costos reduciendo su margen de ganancia, o sencillamente aumentar el precio de sus productos. Hasta ahora los iPhone no se habían visto afectados por estos cambios, ya que a finales de 2019 la empresa había llegado a un acuerdo comercial apresurado. En cambio, en esta ocasión todo apunta a que será el consumidor final quien tendrá que pagar la diferencia.