10 Señales silenciosas de que ha llegado el momento de cambiar de móvil

¿Tu smartphone está llegando al final de su vida útil? Estos son los signos que no mienten, pero que pocas veces miramos.

Tienes ya unos años con tu móvil y no estás seguro si puedes conservarlo durante más tiempo o ha llegado el momento de cambiarlo? Estas señales no mienten:

Se pone lento: Conforme pasa el tiempo, los smartphones se vuelven más lentos, a pesar de que borres archivos o aplicaciones. Si la pantalla se congela con frecuencia o el teclado responde más lento cuando escribes, ten por seguro que es hora de mirar uno nuevo.
Ya no recibe actualizaciones: Si tu dispositivo ya no puede actualizar las aplicaciones o incluso el propio sistema operativo, es recomendable adquirir uno nuevo. Esto se debe a que tu dispositivo quedará expuesto a fallas de seguridad, además de que no será compatible con nuevas aplicaciones.
Presenta problemas de pantalla: Si tu móvil ya tiene píxeles muertos, grietas en la pantalla o zonas que se ven borrosas, habrá que pensar en un teléfono nuevo. Estos daños pueden ser costosos de reparar, así que vale más invertir ese dinero en tu siguiente equipo.
La cámara tiene mala calidad: Con el tiempo, la calidad de la cámara se va deteriorando, y el resultado son fotos borrosas y con mala definición. Aunque esto puede ser un pequeño detalle para algunos, para otras personas es de suma importancia tener una buena cámara en el móvil.
Problemas de sonido: Los problemas con el altavoz o el micrófono pueden interferir con las llamadas telefónicas y la reproducción de música o video. Si la calidad del sonido se ha deteriorado significativamente, es aconsejable un nuevo dispositivo.
Problemas para conectarse: Si te cuesta trabajo emparejar tu smartphone con altavoces u otros dispositivos inalámbricos, vía Bluetooth o Wi-Fi, e incluso a la red móvil, es una clara señal de que tu móvil actual ya no te es de gran ayuda.

Se descarga rápido: Si tienes que cargar tu smartphone al menos dos veces al día porque la batería no dura nada, o tienes problemas para que cargue cuando lo enchufas al cable, sabes que no podrás seguir así por más tiempo.
Se calienta en exceso: El sobrecalentamiento puede ser un problema grave e incluso entrañar riesgos para la seguridad. Si tu dispositivo se calienta durante el uso normal o la carga, debes sustituirlo.
Fallos súbitos: Si cada día te enfrentas con un nuevo fallo de tu móvil, entonces no hay mucho que hacer ahí. Se trata de una experiencia molesta que es mejor evitarse.
Tiene abolladuras o deformaciones: Un dispositivo físicamente deformado o abollado es una clara señal de alerta. Tales problemas pueden estar causados por una batería defectuosa y representan un riesgo importante para tu seguridad.

Si varios de estos aspectos se aplican a tu teléfono móvil, sabrás que es momento de comprar uno nuevo.