Lo que desearía haber sabido antes de que me arrebataran el móvil

Lo que desearía haber sabido antes de que me arrebataran el móvil

Después de que me robaran el teléfono, me arrepentí de no saber esto.

Fue en cuestión de segundos que se detuvieron dos chicos en moto para pedir que les entregara el móvil, mientras me apuntaban con un arma. Estaba en el centro de mi ciudad a media mañana, con personas circulando a mi alrededor. Aunque hubiera querido detenerme unos segundos a pensar, la consigna era clara: debía darles mi teléfono desbloqueado. Tras entregarlo, ellos se marcharon y yo permanecí atónita. 

Mi primera reacción fue intentar seguirlos o alertar a algún policía, pero todo resultó en vano. Lo siguiente que hice fue correr a casa para bloquear el teléfono e intentar salvar mi información antes de que pudieran apoderarse de mis contraseñas o entrar a la app de mi banco y robar por segunda vez. 

Cuando hablamos del robo de teléfonos, pensamos en el valor de reventa del dispositivo; sin embargo, resulta mucho más lucrativo para las bandas criminales tener acceso a los datos guardados ahí. En la actualidad, los smartphones se han convertido en la puerta de entrada a nuestra información personal y financiera.
Los delincuentes saben que robar un móvil desbloqueado, desactivar la geolocalización y bloquearnos les da más tiempo para saquear nuestras billeteras digitales y robar activos como criptomonedas, además de datos personales, contactos y fotografías. Lo escalofriante es que estos podrían usarse para cometer fraudes, o estafar a nuestros conocidos. 

Perdí un teléfono y varios días lidiando con cambios de contraseñas, bloqueos de cuentas y llamadas a los bancos, pero tuve suerte de no perder más. En el proceso he aprendido lecciones valiosas sobre las motivaciones detrás de esta ola de delitos y cómo podemos protegernos.

En España, los robos van en aumento. Tan solo en 2021, se robaron 1500 celulares por día. Además, se estima que 1 de cada 10 españoles ha sido víctima de este tipo de delito. La región más afectada por la ola de criminalidad es Cataluña, donde se realizan al menos 190 denuncias por robo al día, sin tomar en cuenta aquellos que no dan aviso a las autoridades.

Aunque las estadísticas no dicen las modalidades de robo de móviles, los testimonios de las víctimas nos revelan su forma de operar. Los robos en moto o bicicleta están muy extendidos, así como los asaltos a mujeres, aunque las víctimas predilectas de los maleantes son aquellos que están utilizando el móvil en la calle, ya que lo tienen desbloqueado. En el mercado negro, un dispositivo puede revenderse en cientos de euros, mientras que un aparato desbloqueado se cotiza en miles.