La carcasa (o caja) de un equipo es el esqueleto metálico que contiene los diferentes componentes internos.
Las carcasas tienen otros usos, tales como bloquear el ruido que produce el equipo y la protección contra la radiación electromagnética. Existen normas que garantizan dicha protección de manera tal que se cumpla con las regulaciones existentes.
El factor de forma es el aspecto más importante al momento de elegir una carcasa: sus dimensiones, el número de ranuras para unidades que posee, sus requisitos de alimentación, los conectores externos y por último, su diseño y color. Si bien todas las carcasas de los primeros equipos eran similares, las carcasas de hoy tienen diferentes formas y las hay incluso transparentes, lo que le permite a los usuarios "personalizar" sus equipos. Por ejemplo, pueden instalar luces de neón dentro de la carcasa (esto se denomina "modding").
La mayoría de las carcasas tienen una fuente de alimentación. La fuente de alimentación permite proveer corriente eléctrica a los distintos componentes del equipo. En los Estados Unidos, las fuentes de alimentación proveen 110 V a 60 Hz, mientras que en Europa la norma es 220 V a 50 Hz. Esta es la razón por la cual la mayoría de las fuentes de alimentación poseen un interruptor que permite seleccionar el tipo de voltaje.
Es muy importante asegurarse de que el interruptor se encuentre en la posición correcta del voltaje adecuado para que no haya riesgos de que se deterioren los componentes del CPU.
La fuente de alimentación debe tener suficiente corriente eléctrica para poder alimentar todos los dispositivos del equipo.
También se deberá prestar especial atención a la cantidad de sonidos que produce la fuente de alimentación.
El factor de forma se refiere al formato de la ranura de la placa madre, los tipos de conectores utilizados y su disposición. Determina, a su vez, el tipo de placa madre que puede utilizarse en la carcasa.
El tamaño de la carcasa predetermina la cantidad de ranuras disponibles para unidades de discos, así como el número de ranuras disponibles para los discos duros internos. Por lo general, existen distintos tipos de carcasas:
La carcasa contiene todos los componentes electrónicos internos de un equipo. A veces, los componentes electrónicos del equipo pueden llegar a alcanzar temperaturas muy altas. Por esta razón, se debe elegir una carcasa con buena ventilación, es decir que, además de las salidas de aire correspondientes posea tantos ventiladores como sea posible. Se recomienda elegir una carcasa que incluya al menos una toma de aire en la parte frontal, un filtro de aire desmontable y una salida de aire en la parte trasera.
Por razones evidentes que incluyen la facilidad de uso, existen cada vez más carcasas con paneles de conectores laterales. Para que funcionen, estos conectores deben estar conectados internamente a la placa madre.
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