El ataque ping de la muerte es uno de los ataques de red más antiguos.
El principio de este ataque consiste simplemente en crear un datagrama IP cuyo tamaño total supere el máximo autorizado (65.536 bytes). Cuando un paquete con estas características se envía a un sistema que contiene una pila vulnerable de protocolos TCP/IP, éste produce la caída del sistema.
Los sistemas más modernos ya no son vulnerables a este tipo de ataque.