Fotografía aérea: qué es, para qué sirve, cómo se obtiene
La fotografía aérea se realiza generalmente desde una aeronave (avión, helicóptero...) y en los últimos años, también desde drones. Este tipo de fotografía es especialmente utilizada en cartografía y vigilancia, pero también en deportes aéreos, documentación turística, etc.
¿Qué es la fotografía aérea y en qué se diferencia de la fotografía satelital?
Como decíamos, se trata de una técnica fotográfica que implica la toma de imágenes desde el aire con distintos fines y ángulos: aire-tierra, aire-mar o aire-aire.
Sus aplicaciones van desde la cartografía o elaboración de mapas, al desarrollo artístico (como mostró el éxito del libro "La tierra vista desde el cielo", del fotógrafo Yann-Arthus Bertrand) o el uso militar.
Se diferencia de la fotografía satelital por la distancia entre el aparato fotográfico y el objetivo, ya que en el caso de la satelital se hace desde satélites y vehículos espaciales. Debido a su elevado coste de producción, generalmente estas últimas tienen una finalidad más científica.
¿Qué tipos o estilos de fotografía aérea existen?
Fotografía de aeronave con piloto a bordo
Existen dos métodos para tomar fotografías desde una aeronave piloteada:
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El primer método consiste en tomar fotografías a puerta abierta desde un avión turístico a baja velocidad o desde un helicóptero. Tomar fotografías desde una ventanilla deteriora la calidad de la imagen. En este método se requiere utilizar una velocidad de obturación muy elevada y en función de la velocidad de la propia nave. En la mayoría de los casos, se utiliza una distancia focal para poder captar una zona precisa. Asimismo, se utiliza el gran angular sobre todo para la documentación turística con el fin de fotografiar un lugar en su conjunto.
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El segundo método consiste en fijar la cámara fotográfica debajo del avión, en una posición perpendicular al eje de vuelo a fin de enfocar el piso. La cámara fotográfica debe ser protegida. Existen dispositivos que permiten dirigir el enfoque de la cámara gracias a un operador a bordo del avión. Este método es especialmente utilizado en cartografía o en reconocimiento militar.
Dispositivos sin piloto a bordo
Las cometas, los globos cautivos y los aviones no tripulados son ejemplos de este tipo de dispositivos que empezaron a ser usados en fotografía. Menos costosos que el avión piloteado, permitían además tomar clichés o negativos a altitudes más bajas. En la actualidad, el dron no tripulado es ampliamente el dispositivo más utilizado en el reconocimiento militar, ya que asegura la discreción y la rapidez de ejecución. También permite tomar fotos a baja altitud, en algunos casos con teledirección de la cámara fotográfica y del sistema volador. Con estos dispositivos es posible obtener ángulos poco comunes que son casi imposibles de lograr sin un medio aéreo.
Fotografías en caída libre
La fotografía de paracaidismo es un dominio aparte de la fotografía aérea. Este tipo de fotografía sólo se puede practicar con un mínimo de experiencia en fotografía en caída libre que permita adquirir destreza y seguridad en esta práctica. Se requiere de al menos 100 o incluso 200 saltos para poder dominar o manejar el material video-fotográfico.
Para poder tomar este tipo de foto, el paracaidista coloca la cámara fotográfica en una plataforma plana en su casco, ya sea encima o en la parte de adelante. Asimismo, el fotógrafo utiliza un dispositivo para poder disparar. Este dispositivo puede utilizarse de diversas maneras como, por ejemplo, con la mano o con la boca y entonces el fotógrafo puede morder el dispositivo, hacer presión con la lengua o soplar.
Para lograr el enfoque, es necesario que el fotógrafo fije un visor en el casco. Este visor debe quedar frente al ojo para poder orientar la cámara fotográfica hacia el sujeto.
Un importante elemento a tener en cuenta: las condiciones climáticas
La mayoría de las tomas aéreas se practican al inicio o al final del día, ya que así es posible lograr un mejor relieve (las sombras atenúan menos las formas del sujeto enfocado desde una posición vertical). Los fuertes contrastes al mediodía vuelven las tomas más difíciles (con un riesgo de sub o sobreexposición). El clima también es un factor determinante: el invierno es poco propicio debido al frío y a los riesgos de degradaciones climáticas (cielo nublado, lluvias, tormentas, etc.).