¿Rociar WD-40 en la matrícula para evitar multas de tráfico? Lo hemos probado.
Cuesta solo unos euros y todo el mundo lo tiene en casa.
Un automovilista con gusto por hacer reparaciones sólo necesita dos cosas: cinta adhesiva plateada y WD-40. Este aerosol multiusos puede lubricar y disolver materiales como grasas u óxido, además de crear una barrera protectora sobre superficies metálicas.
Por supuesto, muchos de sus usos surgen de experimentos de los mismos conductores. Este es el caso de un truco que se popularizó primero entre los choferes y después entre muchos conductores. Y es que, usar WD-40 de este modo puede salvarte de las multas, según afirman.
Lo que hacen es rociar este spray sobre las placas de inmatriculación para darles mayor brillo y volverlas reflectantes a la luz, con el objetivo de volverse indetectables a los radares de velocidad y cámaras de tránsito.
Según afirman algunos, al rociar sus placas, se vuelven indetectables para los radares de carretera, lo cual los salvaría de ser pillados si van a exceso de velocidad. Sin embargo, es necesario recordar que según las leyes de tránsito, las placas de inmatriculación deben ser visibles en todo momento, y no pueden estar modificadas u ocultas por ningún motivo (incluso por suciedad.)
El incumplimiento de esta norma te estaría exponiendo a multas de varios cientos de euros, y hacerlo de forma repetida podría conllevar inclusive que te retiren el carnet de conducir.
Para que no te quedes con la duda, lo hemos probado. Lo que sucede al rociar WD-40 sobre las placas es que crea una barrera protectora, que muchos utilizan precisamente para conservar las placas en óptimo estado, pero aún se pueden fotografiar y ver claramente.
En realidad, para volverlas reflectantes habría que aplicar una gran cantidad de producto, sin garantizar que pueda camuflarse como muchos esperarían. Aquellos que deciden arriesgarse ocultando sus placas suelen hacerlo con otro tipo de aerosoles especializados, y que en muchos países europeos están prohibidos a la venta. Por otro lado, para aquellos que quieren mantener sus placas de inmatriculación limpias, lo mejor es la solución de toda la vida, es decir, agua y jabón.