¿Tu resfriado no se va? Los médico advierten de las posibles causas
Según los médicos, el número de infecciones está aumentando. ¿Infección múltiple, sobreinfección o simple resfriado? ¿De qué virus deberías tener cuidado este otoño y qué ayuda contra ellos?
El otoño siempre va acompañado de resfriados, sobre todo cuando durante el verano te has acostumbrado tanto a la ropa veraniega y no apetece nada ponerte bufanda y chaqueta abrigada. Pero este otoño, muchas personas se quejan especialmente de permanentes síntomas del resfriado. Después de una larga y difícil pandemia de coronavirus, no sorprende que muchos estén preocupados. ¿Qué está sucediendo? ¿Quizás ha llegado otra sobreinfección?
No entremos en pánico. Si llevas largo tiempo con secreción nasal, tos o congestión de garganta, esto no significa que haya llegado un nuevo virus terrible. Según los médicos, una serie de rinovirus consecutivos puede percibirse como una nueva infección grave.
La mala noticia es que, según algunos expertos, el número de este tipo de infecciones está aumentando y pueden manifestarse en una misma persona como una sucesión de diferentes enfermedades. Si sientes que tienes un resfriado persistente, podría ser una combinación de un resfriado común, la gripe, el virus respiratorio sincitial similar a la gripe y posiblemente SARS-CoV-2, una cepa de COVID-19. Sólo un especialista puede determinar con precisión la infección basándose en los síntomas y las pruebas.
Todas estas infecciones pueden tener síntomas similares, como secreción nasal, tos, dolor de garganta, a veces fiebre, fatiga y dolores corporales. Por lo general, con el uso de remedios convencionales como pociones y aerosoles nasales, la enfermedad debería desaparecer en una o un par de semanas. Pero si usted está enfermo por más tiempo y no puede mejorar durante semanas, entonces es importante consultar a un médico.
No se pueden descartar enfermedades más graves, como enfermedades bacterianas que requieren tratamiento con antibióticos. Una tos con esputo amarillento verdoso, pérdida de peso y sudores nocturnos pueden indicar esta afección. Y, por supuesto, es importante controlar la inmunidad general de su cuerpo y someterse a controles anuales de su estado general, incluido un análisis de sangre detallado.