¿Has echado demasiada sal en tu plato? Este sencillo truco salvará tu comida
¡Ups, algo salió mal y un puñado de sal se derramó sobre tu plato! No te preocupes, existen algunos trucos sencillos que pueden ayudar a solucionar este problema.
Accidentalmente agregaste demasiada sal y arruinaste el plato. Pero no te apresures a tirarlo, hay algunos métodos que pueden salvarte el día. Hay una solución que debería funcionar para la mayoría de platos.
- Sopas: En lugar de añadir agua, pon caldo, vino o nata para diluir. También puedes añadir media patata para que absorba el exceso de sal y luego retirarla después de cocinarla.
- Pasta: Puedes hervir la pasta salada en agua sin sal y enjuagar. La salsa de tomate fresco o nata también puede ayudar a equilibrar la sal.
- Salsas: Agrega azúcar, miel o vino para equilibrar el sabor salado. La nata, la crema agria o la leche funcionan bien, y también puedes utilizar patatas o un trozo de pan para absorber un poco de sal.
- Guisos: El truco de las patatas también funciona. También puedes añadir ciruelas pasas, un chorrito de vino tinto o lácteos como yogur o nata para equilibrar los sabores.
- Aderezo para ensaladas: Equilibra un aderezo demasiado salado con una cucharadita de miel o neutralízalo con yogur o crema.
También existe un método universal. Simplemente duplica la cantidad de cada ingrediente en tu plato. Si no necesitas tanta comida en este momento, puedes congelar el resto.
Además, existen algunas reglas y consejos generales que pueden ayudarte a determinar la cantidad correcta de sal para tus platos. Preguntarás: ¿debo agregar sal durante o después de cocinar? Depende de lo que estés cocinando. Para sopas, guisos y salsas, lo mejor es añadir sal poco a poco durante todo el proceso de cocción hasta llegar a una cantidad con la que estés satisfecho. Este método le da tiempo a la sal para que se disuelva uniformemente y mejore el sabor.
Cuando cocinas carnes y otros proteínas, agregar sal durante o antes de la cocción ayuda a extraer liquido, creando una corteza sabrosa y mejorando el sabor general. La sal también puede ablandar la carne, especialmente los cortes más grandes, si se agrega con anticipación.
Por otro lado, para ensaladas y verduras asadas, agregar sal después de cocinarlas les da una explosión de sabor fresco. Las sales de acabado, como la sal marina o las escamas, pueden agregar textura a tu plato. Para platos delicados como el marisco, también lo mejor es añadir sal al final de la cocción.