Reciclar mal te saldrá muy caro: esta nueva inteligencia artificial es capaz de detectarte y multarte
Para castigar a los que no separan bien su basura, se instalan cámaras en los camiones y sus imágenes son analizadas por una IA.
Los avances tecnológicos nunca dejan de sorprendernos y el campo del reciclaje no es una excepción. En un intento por mejorar el reciclaje y castigar a quienes no separan correctamente sus residuos, una nueva tecnología está siendo probada. Lejos de lo que podríamos imaginar, esta no es una historia de ciencia ficción, sino una realidad que ya se está implementando en algunas partes del mundo.
En el corazón de esta iniciativa se encuentran las cámaras instaladas en los camiones de basura. Estas no son cámaras ordinarias, sino que están equipadas con inteligencia artificial (IA) capaz de analizar las imágenes para detectar errores en la separación de residuos. Este sistema permite identificar si los desechos han sido depositados en el contenedor incorrecto, una práctica más común de lo que podríamos pensar.
Cada año, más de 10 kilogramos de residuos son mal separados por persona, lo que representa un costo adicional significativo para las ciudades. Esto se debe a que tienen que reorganizar los residuos incorrectamente clasificados o, en algunos casos, desechar completamente contenedores de materiales reciclables que están demasiado contaminados.
En Auckland, Australia, la ciudad ha comenzado a experimentar con esta tecnología en sus camiones de reciclaje. Desde la implementación de reglas más estrictas hace unos meses, el porcentaje de residuos mal separados ha aumentado del 20% al 25%. El sistema de IA utiliza dos cámaras que envían imágenes a un software de reconocimiento de objetos. Este software es capaz de identificar los tipos de residuos que más frecuentemente se clasifican incorrectamente, como bolsas de plástico, residuos orgánicos y textiles.
Si el sistema detecta que una bolsa de reciclaje contiene residuos orgánicos, por ejemplo, puede identificar y sancionar al infractor. Además, gracias a los datos de la IA, es posible determinar las coordenadas GPS del error de clasificación con una precisión bastante aproximada. A partir de aquí, inspectores especializados realizan un seguimiento.
En Francia, por ejemplo, desde el 1 de enero de 2024, clasificar incorrectamente los residuos puede resultar en una multa de 35 euros. Incluso un simple error, como una piel de manzana en el contenedor de vidrio, podría teóricamente resultar en una sanción. Aunque allí aún no se utiliza la IA para detectar estos errores, es un recordatorio de que la tecnología podría cambiar nuestra forma de reciclar en un futuro no muy lejano.
¿Es este el futuro que queremos para nuestro reciclaje, uno donde la vigilancia se convierta en una parte normal de nuestras vidas diarias?