Los hombres más ricos del mundo están comprando tierras y bosques por este siniestro motivo
Muchos magnates de la tecnología han comenzado a comprar tierras y bosques enteros, pero sus motivos no son lo que piensas.
Hace algunos meses una curiosa publicación daba la vuelta al mundo: Mark Zuckerberg, CEO de Meta, anunciaba entusiasmado que había decidido comprar tierras en Hawaii para comenzar un proyecto agrícola. Más específicamente, se trata de criar ganado y alimentarlo a base de nueces de macadamia y cerveza. Según sus propias palabras, el objetivo es "crear una de las carnes de vacuno de mayor calidad en el mundo", y agrega que su proyecto será sustentable: "Queremos que todo el proceso sea local y verticalmente integrado".
Sin embargo, no se trata del único multimillonario de Silicon Valley en comprar grandes extensiones de tierras: recordemos que Bill Gates es el mayor propietario de tierras cultivables en Estados Unidos, mientras que otros magnates de los medios de comunicación como Ted Turner y John Malone le siguen en la lista. Además, el banco JP Morgan ha adquirido más de 100 000 hectáreas de bosque por un total de 500 millones de dólares, una tendencia que han seguido miembros del gobierno de los países más poderosos. Otros, como el CEO de Paypal, han optado más bien por comprar vastos terrenos en Nueva Zelanda, algo que los más conspiracionistas han interpretado como una medida para escapar de un posible colapso de la civilización.
Pero, ¿qué es lo que está pasando realmente? Aunque parece tentador pensar que se trata de seguir un nuevo proyecto o prepararse para una catástrofe, de lo que se trata es de un nuevo esquema de optimización fiscal.
A raíz de que los gobiernos ponen cada ve más atención al peligro del cambio climático, la administración de Biden ha implementado el « crédito fiscal de carbono 45Q » que varía en función de las emisiones anuales de CO2 por parte de una empresa. Así, el crédito fiscal ha aumentado de 50 a 130 dólares por tonelada de CO2 capturada, un monto que podrán deducir en su declaración anual.
Dicho esto, no es de asombrar que las empresas más importantes estén tratando de reducir sus impuestos, adquiriendo de paso propiedades consideradas como una inversión que no pierde su valor.
En el caso de JP Morgan, por ejemplo, podrían ahorrarse hasta 67.5 millones de dólares al año con esta estrategia, una suma que podría ser incluso superior para magnates como Bill Gates o Jeff Bezos. Así que ya lo sabes, la próxima vez que sepas de empresas petroleras o de tecnología con un nuevo gusto por el medio ambiente, seguro se trata de una estrategia muy bien pensada para sus negocios.