Deja que tu dinero crezca por sí solo: la regla del 72 lo hace posible
Este método de ahorra te permitirá aumentar tus ganancias haciendo que tu dinero trabaje por ti.
Muchos sueñan con invertir su dinero de manera inteligente para que el rendimiento les permita vivir una vida más holgada, e incluso dejar de trabajar. Aunque pueda parecer una meta lejana, lograrlo no es imposible, solo requiere de una educación financiera. La clave para hacer que tu dinero trabaje por ti es el interés compuesto.
El interés compuesto describe el crecimiento del dinero invertido a lo largo del tiempo mediante la constante reinversión de intereses. Este concepto se basa en la idea de que tanto el dinero invertido inicialmente (el principal) como los intereses acumulados con el tiempo generan intereses adicionales.
Este concepto no es tan complicado como puede parecer. Primero, se trata de invertir una determinada cantidad de dinero a una tasa de interés acordada. Al final del primer período de intereses (por ejemplo, después de un año), los intereses se calculan y se suman al monto principal. En el siguiente periodo recibirás intereses no sólo sobre el importe original, sino también sobre los intereses acumulados el año anterior. Esto significa que los ingresos del primer año también generan ingresos en el segundo año. Así, el crecimiento del dinero invertido se va dando de manera exponencial.
La clave para que el interés compuesto sea interesante está en hacer inversiones a largo plazo. Si quieres resultados más precisos, puedes utilizar la regla del 72. Este sencillo cálculo te mostrará aproximadamente cuánto tiempo tardará tu inversión en duplicarse a una tasa de interés anual determinada.
Todo lo que tienes que hacer es dividir 72 por la tasa de interés para determinar el tiempo necesario para que se duplique. Por ejemplo: si estás realizando una inversión con una tasa de interés del 6 por ciento anual, deberás dividir 72 entre 6, obteniendo como resultado 12. Esto significa que se necesitarás doce años para duplicar el capital invertido.
Este cálculo funciona con tasas de interés del 2 al 12 por ciento. Si tu inversión es variable o las tasas de interés son muy bajas, entonces el cálculo no será tan preciso, aunque sí podrás darte una idea.