Este visionario tenía razón: sus profecías escritas hace 124 años se han hecho realidad
En 1900, un ingeniero visionario publicó un sorprendente artículo en el que describía el mundo en el año 2000. Aunque en aquel momento sus predicciones parecían descabelladas, la mayoría han resultado ser extraordinariamente exactas.
A principios del siglo XX, John Elfreth Watkins, un ingeniero visionario, imaginó el mundo en el año 2000. En un artículo titulado "What Might Happen in the Next Hundred Years" (Lo que podría ocurrir en los próximos cien años), publicado en 1900 en la revista Ladies' Home Journal, hizo una serie de predicciones sorprendentemente exactas sobre el futuro. Aunque algunas de sus "profecías" parecieron descabelladas en su momento, 124 años después la mayoría se han cumplido con asombrosa exactitud.
Una de esas predicciones se refiere a la comodidad del hogar. Watkins describió un futuro en el que las casas estarían equipadas con sistemas de calefacción y aire acondicionado, que permitirían regular la temperatura con simples grifos de aire caliente y frío. Se acabaron las chimeneas y los fuegos de madrugada. Esta descripción se ajusta perfectamente a los modernos sistemas centrales de calefacción y aire acondicionado que conocemos hoy.
La revolución de las telecomunicaciones también se predijo con increíble precisión. Watkins imaginó teléfonos inalámbricos que permitirían a la gente ponerse en contacto con sus seres queridos al otro lado del globo. Lo que entonces parecía impensable se hizo realidad con la llegada de los teléfonos móviles e Internet. También predijo la invención de la televisión, que permitiría a la gente "ver lo que ocurre en cualquier parte del mundo" al "telegrafiar imágenes a cualquier distancia". En aquella época, la idea de captar imágenes en directo desde el otro lado del globo era ciencia ficción. Sin embargo, hoy podemos seguir las noticias en directo gracias a los canales de televisión y las redes sociales. Watkins incluso previó la evolución de la fotografía en color, que entonces estaba en pañales.
Watkins también anticipó muchos avances tecnológicos en el transporte. Predijo que los trenes superrápidos alcanzarían algún día las 150 millas por hora (unos 240 km/h) para cubrir largas distancias en un tiempo récord. Esta predicción se ha hecho realidad con trenes de alta velocidad como el TGV en Francia y el Shinkansen en Japón. También previó que los caballos serían rápidamente sustituidos por vehículos de motor y que las máquinas mecanizadas ayudarían a los agricultores a trabajar la tierra con mayor facilidad. Incluso imaginó trineos motorizados para viajar sobre la nieve.
Por supuesto, no todas las predicciones de Watkins se hicieron realidad. Por ejemplo, imaginó un mundo sin coches en las ciudades, con el tráfico confinado en túneles o carreteras elevadas. También predijo la erradicación de mosquitos y moscas mediante medidas de salud pública. O, sorprendentemente, imaginó el abandono de las letras C, X y Q del alfabeto, por considerarlas innecesarias.
A través de estas predicciones, resulta fascinante ver cómo algunos aspectos de nuestra vida moderna se anticiparon hace más de un siglo. Watkins y sus contemporáneos, basándose en sus conocimientos de ciencia y tecnología, vislumbraron un futuro que en gran medida se ha convertido en nuestro presente. Aunque algunas de sus ideas siguen pareciendo utópicas, otras nos recuerdan que la realidad a veces puede superar a la ficción.