Las extrañas razones por las que algunas personas nos atraen y otras no

Las extrañas razones por las que algunas personas nos atraen y otras no

Dicen que los opuestos se atraen pero, y si fuera al revés?

Cuando se trata de amor y atracción, existen muchas teorías. Sin embargo, hay una teoría reciente que podría darnos otra perspectiva al respecto: ¿Qué pensarías si te dijéramos que nos sentimos atraídos por personas que se nos parecen?

Para demostrarlo, en un estudio se organizaron miles de citas rápidas y se pidió a los participantes que evaluaran el atractivo de sus citas. Descubrieron que las personas que tenían caras parecidas a las suyas resultaban más atractivas.

Pero eso no termina ahí: resulta que hay épocas del año en las que es más probable que tengas suerte. Los seres humanos tenemos patrones anuales en nuestros niveles de hormonas. Tanto en hombres como en mujeres, los niveles de testosterona alcanzan su punto máximo durante el otoño. Dado que la presencia de esta hormona ayuda a aumentar la libido en ambos sexos, es más probable que las personas sientan mayor atracción durante esa temporada.

Además, se ha encontrado también que los hombres encuentran el cuerpo de las mujeres más atractivo durante el invierno, debido a que la ropa voluminosa lo hace menos visible.

 

¿Otro truco para conquistar? Las situaciones que generan adrenalina también te vuelven más atractivo ante una potencial pareja. Así que ya lo sabes: planea citas para practicar deportes como escalada, senderismo o surf. O, si quieres revivir la llama con tu pareja, puedes utilizar este truco y planear actividades deportivas para reavivar la llama. 

Si eres mujer, quizás te interese saber que, según estudios, a los hombres les pareces más atractiva cuando estás ovulando. Sin embargo, esto no ocurre en mujeres que toman la píldora anticonceptiva y tienen niveles hormonales más estables durante todo el mes. 

Por último, uno de los mitos que afirma que estar alcoholizado te hace ver a las personas mas atractivas resulta ser falso: según estudios, la percepción del físico del otro no varía antes o después de beber alcohol. Por otro lado, ¡se demostró que los bebedores  se sienten más seguros sobre su propio físico después de unos tragos!