¿Quieres enviar imágenes muy pesadas o subirlas a tus redes sociales? Lo primero que deberías hacer es comprimirlas para hacerlas más ligeras, y Google Squoosh es la manera más fácil de conseguirlo.
Antes de enviar fotos por WhatsApp, o antes de subirlas a tu Facebook o Instagram, puede ser muy útil comprimirlas: al reducir su peso también reducimos el consumo de datos y el tiempo de transferencia. Para ayudarte a optimizar el tamaño de tus imágenes sin perder demasiada calidad, Google ha creado Squoosh, su propio servicio online de compresión de imágenes. Es gratis y accesible desde cualquier navegador, por lo que puedes utilizarlo tanto en Windows, macOS y Linux como en Android o iOS.
1) Desde tu navegador habitual, ve a la web de Squoosh y haz clic en select an image.
2) Busca en tu dispositivo (PC, Mac, etc.) la imagen que quieres comprimir, selecciónala y haz clic en Abrir. Alternativamente, también puedes arrastrarla y soltarla dentro de la ventana de Squoosh.
3) Una vez hayas subido la imagen, verás la pantalla dividida en dos:
Si estás conforme con este grado de compresión, descarga la imagen directamente haciendo clic en el icono de descarga de la parte derecha de la pantalla (flecha blanca sobre fondo azul).
4) Si quieres comprimir otra imagen, haz clic en el icono de la flecha apuntando hacia atrás en la esquina superior izquierda de la pantalla.
Si, por el contrario, te gustaría ajustar la compresión de manera más precisa, puedes hacerlo a través de estas opciones:
De nuevo, cuando estés conforme con el resultado, haz clic en el icono de descarga abajo a la derecha para guardar tu nueva imagen comprimida y modificada.
Foto: © Google