Botella vacía en el techo de un coche: ¿Qué significa si la ves? ¿Qué debes hacer?
Quizás lo hayas visto varias veces, pero no te habías preguntado si tiene un significado.
Al pasar por la calle podemos ver objetos extraños en los automóviles.Tal vez fruto de alguna moda como las calcas, los patos de plástico que colocan sobre el tablero o el capo de los Jeep (una práctica conocida en inglés como "Jeep ducking") o las bromas al otro lado del Atlántico, donde los jóvenes ponen conos en el capó de los taxis autónomos para inmovilizarlos. Otros objetos son simplemente basura que un peatón deja ahí, aunque a veces es difícil estar seguros.
Si has visto más de una vez que un automóvil tiene una botella de agua en el techo, podrías pensar que se trata de un descuido del conductor, que alguien dejó su basura ahí o tal vez que el conductor esté indicando que existe algún fallo con su vehículo (el motor se ha sobrecalentado o se ha quedado sin combustible) y no puede moverlo de sitio.
Nada podría estar más lejos de la realidad. Esta señal en particular tiene una larga historia, teniendo su aparición en Argentina en la década de 1950, y sirve para manifestar la intención del propietario de vender su vehículo.
Aunque comenzó en aquel entonces como forma de evitar hacerlo por vía oficial y así ahorrarse los impuestos relativos a la venta por parte del gobierno, ahora ha pasado a ser una tradición popular del país suramericano, y muchos argentinos continúan con la misma técnica para anunciar sus vehículos usados.
Sin embargo, cabe señalar que a pesar de que han pasado más de 70 años desde que se utilizó por primera vez este método en particular, no ha traspasado las fronteras del país .
Por supuesto, con el desarrollo de Internet y la difusión de la historia de esta técnica particular, en muchos países donde está prohibido colocar un cartel de "vendido" en las ventanillas de los automóviles, como España, no sería sorprendente que fuera adoptado como una discreta manera de anunciarlo.
La clave para que esto funcione sería que un suficiente número de personas conocieran esta especie de “código secreto” y pasaran la información o buscaran contactar al automovilista directamente.