El método simple para crear contraseñas seguras... ¡y recordarlas!
¿Te cuesta recordar las diferentes contraseñas que usas para tus cuentas online? Con esta sencilla técnica puedes crear tantas combinaciones complejas como quieras y, además, memorizarlas sin esfuerzo.
Correo electrónico, redes sociales, servicios gubernamentales, bancos, plataformas de streaming, comercios, tiendas de aplicaciones, herramientas profesionales… Todos los servicios online que utilizas a diario están asociados a cuentas. Cuentas a las que te conectas gracias a dos "llaves": un nombre de usuario o login en inglés –generalmente tu dirección de correo electrónico, número de teléfono o un seudónimo–, y una contraseña.
El problema es que, si bien es fácil recordar un e-mail o número de teléfono como nombre de usuario, es bastante difícil memorizar contraseñas robustas. Ya sabes que, por razones de seguridad, se recomienda usar contraseñas diferentes para cada sitio y servicio y lo ideal es crearlas con combinaciones complejas de letras mayúsculas y minúsculas, números y símbolos. A menos que tengas la mente de un criptógrafo, recordar estas series de caracteres es casi imposible.
Para solucionar este problema, puedes usar un gestor de contraseñas o guardarlas en tu navegador web. Solo que estas herramientas no son infalibles y no siempre se sabe dónde se almacenan estos datos sensibles, lo cual puede convertirse en un inconveniente si necesitas acceder a ellos o modificarlos. Sin embargo, existe un método sencillo para crear fácilmente contraseñas únicas que sean a la vez complejas y, por tanto, "fuertes" y fáciles de recordar. Consiste en crear las contraseñas en dos partes: por un lado, una secuencia de caracteres que sirve de "raíz" inmutable, común a todas las cuentas, y por otro, un "código" específico para cada sitio o servicio. Combinando estas dos secciones, una fija y otra variable, fáciles de encontrar, que tengan entre 12 y 16 caracteres en total, puedes crear tantas contraseñas diferentes y complejas que no te costará encontrarlas.
Para ver cómo se hace, tomemos una secuencia fácil de memorizar, combinando letras, mayúsculas, minúsculas y números: MiC0m1d4 o MI0rnen4d0r. Añadamos uno o dos caracteres especiales para obtener nuestra raíz personal: ?MiC0m1d4 o &MI0rnen4d0r$. Luego, solo hay que completarla con una secuencia específica para cada servicio que te ayudará a obtener una contraseña única. Si tienes una cuenta de CCM, basta con añadir CCM al principio o al final, con lo que obtendrás CCM?MiC0m1d4 o &MI0rnen4d0r$CCM. Y para una cuenta de Gmail, Gmail?MiC0m1d4 o &MI0rnen4d0r$Gmail. Lo mismo se haría con una cuenta de Amazon, con Amaz?MiC0m1d4 o &MI0rnen4d0r$Amaz, por ejemplo.
Estos son ejemplos simples, pero puedes personalizar este principio para obtener tu propia "fórmula mágica" que te dará combinaciones largas y complejas. De esta manera, tendrás una "receta" para crear todas las contraseñas únicas que necesites: solo tendrás que recordar tu raíz y la forma en que usas la secuencia para completarla. Así podrás encontrar instantáneamente la contraseña asociada a cada cuenta.
Por supuesto, este método no es infalible. Un hacker o un pariente indiscreto que descubriera dos de tus contraseñas entendería rápidamente cómo se forman y utilizarían tu receta para adivinar todas las demás. Pero este riesgo es muy bajo. Además, nada te impide usar dos raíces diferentes con la misma receta para formar dos categorías de contraseñas —una para redes sociales y otra para temas administrativos, por ejemplo—. Esto dificultaría más las cosas en caso de pirateo. Con este truco, tu cerebro será tu mejor caja fuerte.