Los científicos descubren una red de canales de 4.000 años de antigüedad en Belice
Los arqueólogos han hecho un descubrimiento sorprendente en los pantanos de Belice, en America Central. Una vasta red de canales y estanques de pesca que se remonta a miles de años.
Estas obras hidráulicas situadas en Belice, estado en el extremo noreste de América Central, son anteriores a la civilización maya en unos 700 años y demuestran una temprana destreza en ingeniería. Los canales, que cubren una impresionante superficie de 42 kilómetros cuadrados, fueron diseñados para alimentar a miles de personas en condiciones difíciles.
La datación por radiocarbono muestra que los canales fueron construidos entre el 2000 a. C. y el 200 d. C. por cazadores-recolectores del Arcaico Tardío, y no por los mayas como se pensaba anteriormente. Según Eleanor Harrison-Buck, arqueóloga de la Universidad de New Hampshire, esto cambia nuestra comprensión de las primeras civilizaciones de la región.
Los canales fueron construidos hábilmente como trampas para peces. Durante las inundaciones estacionales, las lagunas se llenaban de agua, creando las condiciones ideales para el desove. A medida que los niveles de agua bajaban durante las sequías, los peces se concentraban naturalmente en estanques artificiales, lo que los hacía más fáciles de capturar. Los residentes contemporáneos informan que estos estanques todavía producen peces en condiciones similares, aunque ahora la pesca está prohibida.
Estos canales podían producir alrededor de un millón de kilogramos de pescado al año, proporcionando alimento a aproximadamente 15.000 personas. La abundancia de peces probablemente contribuyó a la transición a un estilo de vida más sedentario, desafiando la idea de que las primeras sociedades mesoamericanas dependían únicamente de la agricultura. Los métodos de conservación como el secado, el ahumado o la salazón permitieron conservar las capturas durante mucho tiempo.
Inicialmente, los investigadores supusieron que los canales se utilizaban para riego. Sin embargo, la ausencia de polen de maíz y otros signos de agricultura llevaron a revisar la hipótesis. Los canales funcionaban como parte de un complejo sistema de pesca similar a los utilizados por las sociedades prehistóricas de la Amazonia boliviana.
Este descubrimiento también tiene implicaciones sobre cómo vemos el desarrollo de la civilización maya. Eleanor Harrison-Buck sugiere que el acceso a peces abundantes jugó un papel fundamental en la creación de asentamientos estables, proporcionando la base para avances culturales y sociales posteriores.
Los científicos tienen la intención de seguir estudiando estos sistemas antiguos. Esta investigación destaca el ingenio de los primeros humanos para adaptarse a los desafíos ambientales y cambia nuestra comprensión de cómo prosperaron las sociedades antiguas. Estos hallazgos nos recuerdan que las primeras civilizaciones eran mucho más innovadoras e ingeniosas de lo que se pensaba anteriormente, y dominaban sus entornos de maneras que resuenan hasta el día de hoy.