Internet de alta velocidad engorda. Lo confirma un nuevo estudio
Al estudiar cómo cambia nuestro estilo de vida con el rápido desarrollo de la tecnología, los científicos llegaron a una conclusión inesperada. Internet de alta velocidad contribuye a la obesidad entre la población.
La obesidad es un problema de salud creciente en muchos países. Durante mucho tiempo se ha culpado a la televisión por su papel en la inactividad física de los espectadores y el consumo excesivo de calorías que fomenta. Pero parece que ahora nos enfrentamos a factores nuevos y posiblemente más peligrosos.
El problema sigue girando en torno a las pantallas. Computadoras, teléfonos móviles y tablets, para ser precisos. Si bien el progreso digital nos ha permitido trabajar de manera diferente, socializarse más e incluso hacer ejercicios en línea, también parece fomentar comportamientos dañinos.
Un estudio realizado por investigadores australianos concluyó que Internet de alta velocidad provoca una fuerte disminución de la actividad física. En un mundo donde todo está disponible con solo tocar un botón, desde el último episodio de tu serie de televisión favorita hasta una pizza entregada en 20 minutos, los estilos de vida sedentarios van en aumento. Y muy a menudo son acompañados de cambios en los hábitos alimentarios.
Los investigadores descubrieron este vínculo analizando datos de miles de hogares australianos. Descubrieron que en casa con conexiones rápidas a Internet, las personas pasan más tiempo frente a las pantallas y son más propensas a adoptar conductas alimentarias impulsivas, como pedir comidas altas en calorías a través de aplicaciones de entrega a domicilio. Los resultados muestran que las áreas con mayor acceso a Internet de banda ancha tienen tasas proporcionalmente más altas de obesidad.
Además, Internet hace que los bienes y servicios sean más accesibles, lo que reduce la necesidad de realizar compras físicas. La conveniencia de la comunicación electrónica reduce aún más la necesidad de interacción social cara a cara, lo que limita las oportunidades de actividad física. Sin mencionar las horas dedicadas a ver contenido en línea o jugar.
Esta cuestión no debe tomarse a la ligera, ya que la obesidad se asocia con graves riesgos para la salud, como diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares, presión arterial alta y accidentes cerebrovasculares. Si la televisión convierte nuestras tardes en momentos de pasividad, entonces Internet exacerba esta tendencia al mantenernos ocupados las 24 horas del día, los 7 días de la semana.
Ante estos hallazgos, los investigadores instan a los responsables políticos a abordar el problema y crear conciencia pública. Mientras tanto, desconectarse de Internet para varias horas puede ser un buen primer paso, no sólo para tu bienestar mental, sino también para tu cintura.