Estudio: Hurgarse la nariz puede tener graves consecuencias para la salud
No solo es de mala educación. Hurgarse la nariz puede traerte problemas de salud.
Hurgarse la nariz es un hábito poco recomendable, no solo porque es de mala educación. Muchos niños lo hacen porque sienten una molestia en la nariz, aunque también otros tantos adultos lo hacen de vez en cuando. Más allá de los prejuicios que existen al respecto, se ha encontrado que existe otra razón de peso para dejarlo de hacer.
En Alemania, científicos de la Universidad Western Sydney en Australia han descubierto que hurgarse la nariz puede aumentar el riesgo de desarrollar la enfermedad de Alzheimer. Como recordatorio, esta enfermedad degenerativa trae, entre otras cosas, pérdida de memoria y de funciones motoras y cognitivas. Los resultados de este estudio fueron publicados recientemente en la revista Biomolecules.
Los investigadores explican que existen dos posibles causas para esto. En primer lugar, las bacterias y los virus que se introducen por medio de los dedos pueden entrar en micro heridas o pegarse a la mucosa nasal, y desde allí propagarse al cerebro. En segundo lugar, naturalmente existen determinadas cepas de bacterias en la nariz que tienen una función protectora. Hurgarse la nariz y quitarse los mocos con demasiada frecuencia debilita esta barrera. Por último, ambos factores contribuyen a que la inflamación en la nariz y el cerebro se vuelva más común.
Recientemente se ha reconocido que la demencia no es causada únicamente por la acumulación de proteínas mal plegadas en las células cerebrales, como informa " USA Today ". Más bien, la inflamación de las células nerviosas, también conocida como neuroinflamación, juega un papel importante en su desarrollo.
"Nuevas investigaciones de los últimos años han examinado el posible papel de patógenos externos en el desencadenamiento o aceleración de los procesos neuroinflamatorios en la enfermedad de Alzheimer", escriben los investigadores en su estudio. Hasta ahora hay mucha evidencia de que la nariz podría ser un punto de entrada común para patógenos.
Sin embargo, se requiere más investigación para confirmar esta hipótesis.