Descubren un ecosistema de 280 millones de años en los Alpes
Resulta que el "mundo perdido" se puede encontrar no sólo en libros y películas de ciencia ficción, sino también en el corazón de Europa. Los investigadores han descubierto un ecosistema en los Alpes que representa una instantánea de la vida en la Tierra mucho antes de los dinosaurios.
Una caminata por los Alpes italianos llevó al descubrimiento de un paisaje único que representa un ecosistema congelado en el tiempo, de 280 millones de años. Este extraordinario hallazgo ofrece una visión única de la vida en la Tierra mucho antes de la era de los dinosaurios, con fósiles de plantas, animales e incluso antiguas gotas de lluvia conservados con sorprendente detalle.
Todo empezó en 2023, cuando Claudia Steffensen y su marido se toparon con una inusual roca de color gris claro mientras hacían el 'hiking' por los Alpes. La pareja compartió las fotos de la piedra con los especialistas. Los paleontólogos rápidamente confirmaron que los patrones de la roca representaban huellas fosilizadas dejadas por reptiles prehistóricos durante el período Pérmico, hace 299 a 252 millones de años, antes de que los dinosaurios vagaran por el planeta.
El descubrimiento fue seguido por un extenso estudio de la zona, que reveló cientos de huellas fosilizadas pertenecientes a al menos cinco especies diferentes de reptiles, anfibios e incluso insectos. Algunas de estas criaturas eran sorprendentemente grandes, con una longitud de entre 1,8 y 3,7 metros. Las huellas están tan bien conservadas que los científicos pueden ver huellas individuales de garras y uñas, lo que brinda una rara oportunidad de aprender sobre el comportamiento y los movimientos de estos antiguos animales.
Pero las huellas eran sólo una parte de la historia. Los investigadores también descubrieron restos fosilizados de plantas, incluidas semillas, hojas y tallos, así como huellas de gotas de lluvia y ondas de olas en la orilla de un lago prehistórico. Estos descubrimientos pintan una imagen vívida de un ecosistema que existió en nuestro planeta hace millones de años.
Estos fósiles fueron encontrados a una altitud de más de 3.000 metros, donde su preservación fue posible gracias a una combinación única de fenómenos naturales. Cuando el antiguo lago se secó, el barro de su superficie se endureció bajo el sol, preservando las huellas dejadas. Con el tiempo, capas de arcilla y sedimentos cubrieron el área, formando una película protectora que protegió a los fósiles de la erosión y la descomposición. Este proceso de preservación natural ha garantizado que estas finas huellas se hayan conservado durante cientos de millones de años.
El cambio climático actual y el consiguiente derretimiento de los glaciares están provocando que cada vez se nos revele más de este paisaje, antes enterrado bajo el hielo. A medida que el hielo retrocede, quedan al descubierto capas cada vez más ricas en fósiles, revelando ecosistemas que permanecieron ocultos durante siglos.