El tren más rápido del mundo puede alcanzar la velocidad de un avión

El tren más rápido del mundo puede alcanzar la velocidad de un avión

¿Un tren tan rápido como un avión? La tecnología Maglev lo promete: permite velocidades de más de 600 km/h e incluso hasta 1.000 km/h, ¡el actual récord mundial!

El tren se está convirtiendo en el medio de transporte preferido debido a su mínima contaminación en comparación con los aviones. Pero hay un problema. Se tarda demasiado en recorrer distancias muy largas, lo que a menudo obliga a los viajeros a volar en avion. Una solución parecía el Hyperloop One. Sin embargo, este proyecto del tren de levitación magnética, iniciado en 2013 por Elon Musk, se estancó durante muchos años y cerró a finales de 2023.

¡Pero China entro en el juego. China estableció un nuevo récord mundial de velocidad con T-Flight, un tren de levitación magnética (Maglev) capaz de alcanzar velocidades de hasta 620 km/h. Supera al TGV francés con un récord de 575 km/h y al tren japonés L0, que alcanzó los 603 km/h. La Corporación de Ciencia y Tecnología Aeroespacial de China (CASC) realizó con éxito pruebas en una pista de 2 kilómetros en Datong, marcando la velocidad más alta jamás alcanzada por un vehículo maglev superconductor.

El éxito de T-Flight es la culminación de años de investigación y desarrollo. La principal innovación es la levitación magnética. Mediante un sistema de imanes, el tren se suspende sobre los rieles y se mueve a lo largo de un tubo casi de vacío. Esta configuración elimina la fricción y reduce significativamente la resistencia del aire, lo que permite velocidades más altas con una reducción significativa del consumo de energía.

En agosto se llevaron a cabo con éxito pruebas adicionales en la misma pista de Datong. Aunque no se ha revelado la velocidad exacta, los desarrolladores pretenden alcanzar una velocidad máxima de 1.000 km/h, que es más rápida que la de los aviones convencionales. Se está construyendo una pista de prueba de 60 kilómetros, con el objetivo final de conectar las principales ciudades, como llegar de Beijing a Shanghai en sólo 1 hora y 30 minutos.

Actualmente hay varias líneas Maglev operando en China, aunque en su mayoría en distancias cortas, como entre Shanghai y el aeropuerto de Pudong. Se planean rutas más largas, de hasta 2.000 km, lo que potencialmente permitirá llegar de Guangzhou a Beijing en 3,5 horas (en lugar de 7,5) y de Guangzhou a Shanghai en 3 horas (en lugar de 7). También están en marcha obras de ampliación a Macao y Shenzhen y se espera que estos trenes circulen a velocidades de al menos 600 km/h.

Sin embargo, el camino hacia la implementación generalizada de Maglev está plagado de obstáculos técnicos, económicos y regulatorios. Los costos de construcción son asombrosos.  Esta infraestructura debe soportar velocidades extremas y al mismo tiempo garantizar la seguridad y la sostenibilidad a largo plazo, lo que aumenta aún más los costos. En definitiva, aunque el futuro parece rápido, ¡puede que tarde un poco en llegar!