¿Cómo mantener frescas las frutas y verduras en el frigorífico? El truco del agua con limón

¿Cómo mantener frescas las frutas y verduras en el frigorífico? El truco del agua con limón

A veces las verduras y frutas en mal estado pasan desapercibidas en el frigorífico hasta que es demasiado tarde. Algunos trucos sencillos de almacenamiento pueden mantener tus frutas frescas por más tiempo.

El primer paso para reducir el desperdicio es hacer buena planificación para comprar solamente lo que necesitas y organizar tu refrigerador para que los alimentos sean más visibles. Entonces es poco probable que te olvides de los tomates o el apio que compraste el otro día. También existen métodos de almacenamiento adecuados para cada tipo de frutas y verduras, que pueden ser de gran ayuda para mantenerlas frescas.

Las verduras de hojas verdes como la lechuga, las espinacas y la col rizada son propensas a marchitarse rápidamente. Para mantenerlas frescas, envuélvalas en una toalla de papel húmeda y colóquelas en un recipiente o cajón de verduras. Un poco de humedad ayuda a mantener la textura crujiente, evitando que se marchite. Para las hierbas frescas, como el cilantro, el eneldo y el perejil, trátelas como un ramo: recorte los extremos, colóquelas en un vaso de agua y cúbralas sin apretar con una bolsa de plástico. Este método puede prolongar significativamente su vida.

Verduras crujientes como apio y zanahorias tienen fama de volverse gomosos. Para mantenerlos crujientes, envuelva bien el apio en papel de aluminio antes de guardarlo en el refrigerador. Guardar las zanahorias en agua ayudará a mantener su textura crujiente. También puedes colocar las zanahorias picadas en un recipiente lleno de agua con limón, lo que ayudará a que se mantengan firmes y con un sabor fresco por más tiempo.

Para mantener jugosos los limones y las limas, guárdelos en el refrigerador. Si ya cortaste el limón, colócalo en una jarra con agua o envuélvelo en papel film para mantenerlo húmedo. Los limones almacenados de esta manera pueden permanecer frescos hasta por una semana. Los cítricos enteros también se pueden guardar en el cajón del frigorífico para prolongar su vida útil.

Las bayas como las fresas y las frambuesas son frágiles y susceptibles al moho. No laves las bayas hasta que las comas. Guárdalos en una sola capa en un plato o recipiente grande para evitar que se aplasten. Los arándanos y las fresas pueden durar más si se almacenan en un lugar fresco y seco, mientras que las frambuesas deben consumirse antes debido a su vida útil más corta. Para un almacenamiento prolongado, congela las bayas en una bandeja para hornear antes de transferirlas a una bolsa para congelador.

Plátanos, tomates y champiñones requieren otro método. Es mejor dejar los plátanos en la encimera para que maduren, pero si quieres que duren un poco más, colócalos en el refrigerador. Aunque la piel pueda oscurecerse, el interior permanecerá fresco. Por otro lado, los tomates pierden su sabor y textura cuando se refrigeran, así que guárdalos a temperatura ambiente. Manten los champiñones frescos en una bolsa de papel o en un paño de cocina limpio, lo que ayuda a absorber el exceso de humedad y evita la formación de mucosidad.

Los pepinos y calabacines se mantienen frescos envolviéndolos en una toalla de papel húmeda y colocándolos en el cajón del refrigerador. El brócoli se beneficia de un tratamiento similar. Envuelve el tallo en una toalla de papel húmeda y guárdalo en una bolsa de plástico abierta para conservar su textura. Esta técnica ayuda a ralentizar el proceso de secado para que tengas más días para disfrutar de estas verduras.

No refrigeres patatas, cebollas o ajos. Algunas verduras no se conservan bien en el frigorífico. Es mejor guardar las patatas, las cebollas y el ajo en un lugar fresco y oscuro, como una despensa. El ambiente frío del refrigerador puede hacer que las papas se vuelvan granulosas y las cebollas blandas, por lo que almacenarlas a temperatura ambiente las mantendrá frescas y deliciosas por más tiempo.

Con algunos trucos de almacenamiento y un poco de planificación, puedes reducir el desperdicio de alimentos y estirar aún más tu presupuesto para comestibles. La próxima vez que vayas de compras, ten en cuenta estos consejos para aprovechar al máximo el espacio de tu nevera.