¿Se pueden comer las zanahorias que tienen manchas negras?

¿Se pueden comer las zanahorias que tienen manchas negras?

Con el paso de los días, las zanahorias que tienes en casa pueden comenzar a desarrollar unas manchas negras desagradables. ¿Es momento de tirarlas a la basura?

Las zanahorias son una de las hortalizas más populares en cocina a lo largo del año. Aunque ahora es la temporada ideal para consumirlas, podemos encontrarlas en cualquier momento en los supermercados. Son el ingrediente básico de preparaciones como sopas y estofados, ya que aportan un sabor dulzón y una textura suave ideal para varias recetas. Además de eso, son muy saludables: contienen vitaminas B, C y E, antioxidantes y polifenoles que ayudan a proteger la piel y la vista. 

A pesar de que su tiempo de conservación es largo comparado con otras verduras, con el paso de los días puedes notar que empiezan a formarse pequeñas manchas negras en la superficie. Quizás te preguntes en ese momento si será lo mejor tirarlas o si todavía se pueden comer. 

Este tipo de manchas pueden deberse a dos cosas, una infección por hongos como la mancha foliar por Alternaria o la presencia de moho, especialmente si almacenas las zanahorias en un ambiente húmedo como la heladera. Estas manchas también pueden aparecer si las guardas en un lugar cálido, por ejemplo a un lado de la estufa. 

¿Qué hacer en esos casos? Si notas una pequeña pelusa blanca o algunas manchas negras en la superficie, puedes retirarlas con un pelador o cuchillo, verificando que no queden restos en la superficie. Después, debes lavarlas con un poco de jabón y secarlas bien antes de consumirlas. 

Por otro lado, si las zanahorias tienen muchas manchas negras que persisten a pesar de haberlas pelado, lo mejor será tirarlas a la basura orgánica. Lo mismo sucede si notas que las zanahorias han perdido su firmeza, si tienen zonas que "se deshacen" al tocarlas, si tienen un olor particular o un sabor amargo. 

Si las zanahorias no tienen manchas y simplemente han perdido un poco de su firmeza, hay un sencillo truco que puedes hacer. Sumérgelas en un vaso o recipiente con agua fría y guárdalas así en la heladera durante un par de horas. Luego retíralas del agua y sécalas. ¡Verás que vuelven a estar firmes como si las acabaras de comprar!