Esta estrella zombie tiene 'tentáculos'. El misterio de la nebulosa cósmica Pa 3
Los astrónomos han intentado durante mucho tiempo desentrañar el misterio de esta lejana nebulosa y finalmente pudieron penetrar en su interior. Pero, como si fuera una muñeca rusa, crea nuevos misterios.
En 1181, los astrónomos chinos y japoneses observaron una fuerte llamarada de una estrella en la constelación de Casiopea, que duró medio año y luego desapareció. Han pasado siglos desde entonces, pero los científicos modernos todavía están fascinados por esta estrella, estudiando la nebulosa Pa 3 que quedó después de aquella explosión.
Un equipo de científicos estadounidenses dirigido por Illaria Caiazzo y Tim Cunningham pudo estudiar en detalle esta nebulosa cósmica. Quedaron impresionados por lo que vieron.
Esta nebulosa permaneció tras la explosión de la supernova SN 1181, que fue observada por astrónomos medievales, dejando evidencia de este fenómeno en crónicas que han llegado hasta nuestros días. ¿Por qué esta estrella, que desapareció hace siglos, causa tanto interés? La razón es que, a diferencia de otras supernovas, los astrónomos no podían encontrar rastros de esa estrella. Recién en 2021, llegaron a la conclusión de que la nebulosa Pa 30 es la heredera de esa misteriosa supernova.
La nebulosa Pa 3 fue descubierta por el astrónomo aficionado Dan Patchik en 2013 gracias a fotografías tomadas con el telescopio WISE de la NASA. Es muy inusual porque en su interior no hay un púlsar ni un agujero negro, como suele ser el caso de este tipo de objetos espaciales, sino una estrella 'zombi', un fragmento superviviente de una enana blanca que era un satélite de la estrella en explosión.
En otras palabras, la enana blanca no colapsó por completo, sino que se convirtió en una estrella muerta. Esto es exactamente lo que los científicos observan en el caso de Pa 30. Para estudiar el planeta 'zombi', el equipo de Caiazzo y Cunningham utilizó el espectrógrafo KCWI. Este potente dispositivo, situado en el Observatorio Keck, en la cima del volcán hawaiano Mauna Kea, permite detectar fuentes de radiación débiles y muy distantes en el espacio y es capaz de registrar el movimiento de la materia. Gracias a KCWI, los científicos pudieron crear un mapa tridimensional de la nebulosa. Resultó que se parece a un pulpo o a un diente de león, ya que desde el centro se extienden en todas direcciones largos hilos a lo largo de los cuales se mueve la materia a una enorme velocidad de 1000 km/s. Esta imagen es realmente fascinante.
Esto demuestra que la explosión de la supernova que ocurrió hace cientos de años fue de una fuerza tan enorme que la energía de esta catástrofe no se ha secado y continúa disipándose rápidamente desde el centro. El nombre "estrella muerta" no significa que allí haga frío. Al contrario, es una de las estrellas más calientes de la Vía Láctea y su temperatura puede alcanzar los 200.000 °C.
Además, los científicos descubrieron que los 'tentáculos' no crecen de la propia estrella muerta, sino que hay espacio libre entre ellos. ¿Cómo sucede y qué es? Sigue siendo un misterio aún por revelar.