El verdadero coste del trabajo nocturno: cómo los hábitos de noche afectan nuestro cerebro
Los científicos han descubierto un fenómeno llamado "mente de medianoche", en el que la función cerebral cambia al oscurecer, aumentando nuestra atención a las emociones negativas y los comportamientos de riesgo.
Al centro de estos cambios está el ritmo circadiano , el reloj biológico interno del cuerpo, que controla nuestros ciclos de sueño-vigilia y diversos procesos fisiológicos. El ritmo circadiano desempeña un papel clave en la regulación de las funciones cerebrales en diferentes momentos del día y de la noche. Cuando cae la noche y pasamos de la medianoche, el ritmo circadiano empieza a influir en nuestra actividad cerebral de forma que puede hacernos más vulnerables emocionalmente y propensos a comportamientos impulsivos.
Desde una perspectiva evolutiva, los seres humanos eran más vulnerables a las amenazas durante la noche, lo que puede haber llevado a un mayor estado de alerta y a mecanismos defensivos durante estas horas. Sin embargo, en los tiempos modernos, este mayor estado de alerta durante la noche puede contribuir a problemas de salud mental. Los estudios han demostrado que la noche se asocia con mayores tasas de suicidio, autolesiones y abuso de sustancias, especialmente en personas privadas de sueño.
Uno de los principales hallazgos es que, después de medianoche, el cerebro puede estar más en sintonía con los estímulos negativos, lo que conduce a un aumento de los sentimientos de tristeza, ansiedad y desesperanza. Esto podría explicar por qué las altas horas de la noche suelen estar relacionadas con pensamientos y comportamientos más depresivos. Además, el sistema de recompensa del cerebro, responsable de procesar el placer y la motivación, también funciona de forma diferente después de medianoche, lo que conduce a una toma de decisiones más arriesgada y a acciones impulsivas, como el abuso de sustancias o el comportamiento imprudente.
La neurocientífica de Harvard Elizabeth Klerman y sus colegas han subrayado la importancia de comprender estos cambios cerebrales nocturnos, especialmente en personas privadas de sueño o que trabajan en turnos de noche. Los trabajadores por turnos, como médicos, enfermeras, pilotos y personal de emergencias, son especialmente vulnerables a los efectos de la alteración del ritmo circadiano. Los estudios sugieren que las personas que trabajan en horarios irregulares o permanecen despiertas hasta altas horas de la noche son más propensas a sufrir problemas de salud mental, tomar decisiones equivocadas y estar agotadas.