Estos aditivos comunes causan desconfianza, pero en realidad son buenos para tu salud
Muchos aditivos alimentarios tienen nombres que suenan alarmantes, pero no todos son perjudiciales. De hecho, varios de estos compuestos no sólo son seguros, sino que además pueden favorecer su salud.
A medida que más personas se centran en llevar una vida sana, entender las etiquetas de los alimentos se ha convertido en una prioridad. Sin embargo, es fácil juzgar mal los aditivos basándose en sus nombres. Aquí tienes 10 aditivos que, a pesar de sonar intimidantes, pueden ser buenos para ti.
1. Tocoferoles (vitamina E)
Los tocoferoles pueden parecer una sustancia química sintética, pero no son más que vitamina E. Este compuesto se añade a los alimentos para evitar que las grasas y los aceites se pongan rancios. Los tocoferoles, que se encuentran en los aliños para ensaladas, protegen las células grasas del daño de los radicales libres, que pueden provocar envejecimiento y cáncer.
2. Goma garrofín
La goma garrofín, derivada del algarrobo, se utiliza para espesar los alimentos. Es completamente natural y puede ayudar a estabilizar los niveles de azúcar y colesterol en sangre, proporcionando beneficios adicionales para la salud.
3. Goma xantana
La goma xantana es otro agente espesante, habitual en los alimentos sin gluten para mejorar la textura. Aunque es seguro para la mayoría de la gente, aquellos con sistemas digestivos muy sensibles pueden experimentar un ligero malestar.
4. Clorhidrato de piridoxina (vitamina B6)
A pesar de su largo nombre, el clorhidrato de piridoxina es simplemente vitamina B6. Se añade a alimentos como el pan y los cereales para reforzar la nutrición. La vitamina B6 es esencial para el sistema nervioso, los glóbulos rojos y el sistema inmunitario.
5. Pantotenato cálcico (vitamina B5)
El pantotenato de calcio es una forma de vitamina B5, esencial para metabolizar grasas, proteínas y carbohidratos. Añadida a los cereales, esta vitamina ayuda a la síntesis hormonal y a la salud metabólica en general, lo que la convierte en un valioso nutriente.
6. Ácido docosahexaenoico (DHA)
El ácido docosahexaenoico, o DHA, es un ácido graso omega-3 vital para la salud del cerebro, los ojos y el corazón. Presente de forma natural en los aceites de pescado y algas, el DHA ayuda a proteger el cerebro y puede reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
7. Ácido láctico
El ácido láctico se utiliza habitualmente en los alimentos para controlar la acidez y añadir un sabor ácido. Es un compuesto natural que se encuentra en los alimentos fermentados y en el cuerpo humano, por lo que no supone ningún riesgo para la salud.
8. Inulina
La inulina, extraída de la raíz de achicoria, es una fibra que se añade a la granola y a las barritas de cereales. Favorece una digestión saludable al favorecer el crecimiento de bacterias intestinales beneficiosas, lo que la convierte en un aditivo valioso para la salud digestiva.
9. Dihidroxicolecalciferol (vitamina D)
El dihidroxicolecalciferol es otro nombre para la vitamina D, crucial para la absorción del calcio. Añadido a los lácteos y a las leches vegetales, favorece la salud ósea, la función cardiovascular y la regulación inmunitaria.
10. Lecitina de soja
La lecitina de soja es una fuente natural de colina, importante para la salud del cerebro y el hígado. Actúa como emulsionante, ayudando a mezclar ingredientes en productos como la leche de almendras.
Aunque los nombres de algunos aditivos puedan parecer sospechosos, muchos son completamente inofensivos y pueden incluso mejorar tu salud. Desde la vitamina E hasta los ácidos grasos omega-3, estos compuestos ayudan a conservar los alimentos, mejoran su textura y añaden nutrientes vitales. La próxima vez que lea la etiqueta de un alimento, ¡recuerda que no todos los nombres largos son malos!