Lavamos estas prendas muy raramente, pero propagan gérmenes. ¡Mételos en la lavadora!
Una correcta limpieza de la casa no consiste sólo en lavar los suelos y quitar el polvo de los muebles. ¿Has pensado en las alfombras, cortinas y otros textiles que utilizamos en el baño o la cocina?
Ya se ha hablado mucho de los peligros que conlleva una esponja para platos vieja, que puede contener enormes cantidades de suciedad y bacterias. Pero también hay otras prendas en las que rara vez pensamos en lavar. Pero muchos productos textiles de nuestro hogar son fuentes de una gran cantidad de microbios y hongos. Pueden suponer un riesgo potencial para la salud.
Si lavas estos textiles con regularidad, no esparcirán suciedad. Aquí podrás descubrir qué textiles de tu hogar deben limpiarse con más frecuencia.
En primer lugar, se trata de cortinas de baño. Quizás hayas notado más de una vez que con el tiempo aparece moho en ellos. El moho puede extenderse rápidamente por todo el baño e incluso transmitirse por el aire a través del vapor de agua.
A los lepismas y las esporas de hongos les encantan los tapetes del suelo del baño. Recogen escamas de piel y pelos que atraen a estos bichos. Limpia las alfombras de baño con regularidad, una vez cada uno o dos meses.
Las toallas de mano y de baño también acumulan escamas de piel, cabello y aceite, que constituyen una fuente de alimento para los microorganismos. Pueden provocar un olor desagradable y acumularse en la piel a medida que se seca después de usar una toalla después de la ducha. Cambia las toallas al menos una vez a la semana y lávalas a una temperatura de al menos 60 grados, y preferiblemente a 90 grados. Da tiempo a las toallas para que se sequen por completo.
Los paños de cocina también deben lavarse una vez por semana a una temperatura alta. Absorben los restos de comida, grasa y jabón. Este es un excelente caldo de cultivo para el crecimiento de microbios, que luego pueden permanecer en la piel.
No te olvides también de otros textiles. Las cortinas, las fundas de las almohadas del sofá, las alfombras y los tapizados acumulan polvo, suciedad y bacterias. También es importante limpiarlos periódicamente. Las cestas para perros y las camas para gatos suelen estar llenas de pelo, caspa y partículas de suciedad, que pueden acumularse con el tiempo y difundir un olor desagradable. Limpia regularmente los artículos y alfombras en las que duermen tus mascotas.