Un espectáculo inusual. Un tranvía que transporta un coche de Fórmula 1 recorre las calles de Praga
Después de que Tom Cruise llevara en moto la bandera olímpica de Paris, estamos a la espera de los próximos juegos en Los Ángeles. Mientras tanto, en la capital checa, un tranvía local lleva un coche de Fórmula 1.
Si alguna vez has estado en Praga - y es una buena idea hacerlo, ya que es una de las ciudades más bellas del mundo - probablemente sabrás que, aunque la capital checa tiene metro, el tranvía es la principal red de conexión y un importante parte del patrimonio de esta ciudad. A veces en sus calles se puede ver un tranvía especial, que realiza la tarea de mantenimiento de las vías. Este verano sufrió una transformación muy original, sorprendiendo a vecinos y turistas.
Este tranvía, técnicamente llamado "lubricador", está equipado con un gran depósito y tiene la función de lubricar con aceite los interruptores de las vías del tranvía, lo que hace que funcionen con mayor suavidad y con menos ruido. Durante la temporada navideña, cuando la ciudad se vuelve realmente mágica, la empresa de transportes de Praga lo adorna con adornos festivos. Pero ahora se convirtió en algo completamente inesperado: un coche de Fórmula 1.
Estos días, en la plataforma del tranvía "lubricador", en lugar del tanque, se instaló un verdadero monoplaza de Fórmula 1. Se trata del Red Bull Racing RB18, que fue pilotado por Max Verstappen y Sergio Pérez en 2022.
El tranvía con el coche de Fórmula 1 recorre toda Praga, pasando tanto por el centro de la ciudad como por las zonas periféricas. El objetivo de este proyecto es atraer visitantes a un espectáculo deportivo con coches de carreras que tendrá lugar en uno de los terraplenes de Praga. El Red Bull Showrun va a incluir acrobacias en motocicleta y derrapes en autos y contara con la participación del ex piloto David Coulthard.
El presidente de la junta directiva de la empresa de transporte de Praga declaró al periódico local DENIK que estaba muy contento con la colaboración del tranvía en el evento, ya que era "un homenaje a ambas tecnologías, a sus desarrolladores, a los técnicos que las cuidan y a Por último, pero no menos importante, los conductores". Añadió con humor que aunque la Fórmula 1 es sinónimo de velocidad, en Praga el transporte más rápido y fiable sigue siendo el público.