6 hábitos saludables que reducen el riesgo de cáncer en un 40%: Estudio
Un estudio reciente destaca varios cambios en el estilo de vida que pueden reducir significativamente el riesgo de desarrollar cáncer.
El cáncer sigue siendo una de las principales causas de muerte en el mundo. La Organización Mundial de la Salud calcula que en 2020 habrá unos 19,3 millones de casos de cáncer, y se espera que estas cifras aumenten con el envejecimiento de la población y los cambios en el estilo de vida. Aunque los factores genéticos desempeñan un papel, muchos riesgos de cáncer están relacionados con el estilo de vida, por lo que las estrategias de prevención son esenciales.
Para reducir el riesgo de cáncer, es fundamental adoptar hábitos saludables. Según una investigación publicada por la Sociedad Americana del Cáncer, hasta el 40% de los casos de cáncer y casi la mitad de las muertes relacionadas con el cáncer podrían prevenirse con estos hábitos saludables.
- Dejar de fumar - Fumar es el principal factor de riesgo, responsable de casi el 20% de los casos de cáncer. Dejar de fumar es crucial para reducir el riesgo de cáncer de pulmón y otros tipos de cáncer.
- Mantener un peso saludable - El sobrepeso y la obesidad contribuyen en gran medida al riesgo de cáncer. Mantener un peso saludable mediante un estilo de vida activo y una nutrición adecuada es esencial para prevenir el cáncer.
- Moderar el consumo de alcohol - El consumo de alcohol puede aumentar el riesgo de cáncer. Limitar o evitar el alcohol puede ayudar a reducir las posibilidades de desarrollar diversos tipos de cáncer.
- Protegerse del sol - La exposición a la radiación UV es un riesgo importante de cáncer de piel. El uso regular de crema solar, ropa protectora y evitar la exposición excesiva al sol son medidas preventivas importantes.
- Aumentar la actividad física - El ejercicio regular no sólo ayuda a mantener un peso saludable, sino que también reduce el riesgo de cáncer. Un estilo de vida activo es vital para prevenir el cáncer.
- Una dieta equilibrada - Una dieta sana, rica en frutas y verduras frescas y que limite las carnes rojas y los alimentos procesados, desempeña un papel fundamental en la reducción del riesgo de cáncer.
Poner en práctica y mantener estos hábitos no sólo disminuye el riesgo de cáncer, sino que también mejora la salud en general. Las revisiones periódicas y las vacunas también son vitales para la detección precoz, lo que puede salvar vidas al detectar el cáncer en sus fases más tratables.