Sólo este año ha salvado más de 300 ciervos. Le costó miles de euros

Sólo este año ha salvado más de 300 ciervos. Le costó miles de euros

"No hay nada mejor que empezar el día salvando una vida", afirma este hombre. A menudo se levanta a las 4 de la mañana para salvar la vida de los animales.

Muchos animales que viven en estado salvaje se convierten en víctimas de las actividades humanas. La agricultura de monocultivo destruye el ecosistema. Pero incluso algo tan simple como cortar pasto o cultivos puede ser fatal para los animales. Un hombre decidió dedicar su vida a salvarlos.

El checo Ales Chladek vive en la ciudad de Jaromer y trabaja para una empresa local de ingeniería. Hace seis años, se enteró por primera vez del problema de la matanza de los cervatillos mientras se cortaba pasto. Desde entonces, ayuda a salvarlos de la muerte y ha invertido en esta misión una enorme cantidad de tiempo, energía y miles de euros. Este año, Ales participó en 64 búsquedas de cervatillos y ayudó a rescatar 316 venados, así como perros, gatos y otros animales. Se le ocurrió un nuevo método para encontrar cervatillos.

Por lo general, los perros se utilizan para buscar cervatillos antes de cortar pasto, y también se utilizan sustancias olorosas para ahuyentar a los animales. Fue un punto de inflexión difícil pero también decisivo para Ales cuando encontró al ciervo acribillado. "Pensé que lo que estábamos haciendo probablemente no fuera eficaz", contó al diario Denik.

Comenzó a buscar información en Internet y en libros sobre ciervos. Aprendió que el ciervo no huye del peligro, sino que instintivamente se aferra al suelo, donde es difícil verlo entre la hierba. Y es por eso que ni siquiera un cachorro de pocos días, que ya sabe moverse, huye del cortacésped. Además, los cervatillos no tienen olor en los primeros días de vida.

Mientras buscaba información, Ales Chladek encontró artículos sobre el uso de drones con cámara termográfica:  "Probablemente fue una coincidencia, pero fue entonces cuando empezamos a hablar de ello". Con su propio dinero compró su primer dron, un DJI Mavic2 Enterprise, y aprendió a volarlo y a distinguir la silueta de los corzos en una cámara termográfica. Cuando logró encontrar varios corzos, los agricultores locales comenzaron a acudir a él en busca de ayuda.

A menudo se levanta a las 4 de la mañana, ara hacer su trabajo antes de que los agricultores locales empiecen a cortar pasto. El año pasado, compró equipos nuevos, incluido un costoso dron DJI Matrice M30T. "El rendimiento de este dron se encuentra en un nivel completamente diferente. Es más rápido y gracias a las cámaras de alta calidad busco desde una mayor altura y puedo cubrir un área más grande", compartió su experiencia.

Todo esto lo hace con su propio dinero. También está muy agradecido con su pareja, quien apoya su misión tanto moral como económicamente.