La verdadera razón por la que no se encontraron esqueletos en el "Titanic"

La verdadera razón por la que no se encontraron esqueletos en el "Titanic"

Parece que el principal misterio que rodeaba al desastre del "Titanic" ha sido resuelto. Pero la investigación continúa.

Más de un siglo después del hundimiento del "Titanic" como consecuencia de una colisión con un iceberg, esta tragedia sigue planteando interrogantes y dando lugar a teorías de conspiración. A pesar de numerosos estudios realizados sobre el barco desde su descubrimiento en 1985, no se han encontrado restos humanos en él.

Una de las razones por las que no se pudieron encontrar los cuerpos fue que la mayoría de los pasajeros y miembros de la tripulación llevaban chalecos salvavidas. Las tormentas podrían fácilmente alejar a quienes llevaban chalecos del lugar del accidente, y las corrientes oceánicas los arrastrarían más lejos. Otra versión que explica la ausencia de restos corporales fue obra de organismos de aguas profundas y peces carroñeros. Las bacterias marinas pueden haber lixiviado nutrientes de los huesos, destruyéndolos durante décadas.

Recientemente, los científicos han llegado a una conclusión diferente. Como explica el explorador de aguas profundas Robert Ballard, que participó en la expedición que descubrió el "Titanic", a más de 914 metros de profundidad el tejido óseo se disuelve fácilmente en agua debido a que contiene poco carbonato de calcio. Por tanto, la ausencia de esqueletos en la zona de hundimiento del Titanic probablemente no se deba al trabajo de corrientes u organismos marinos, sino que sea consecuencia de la composición química del agua a grandes profundidades.

La investigación sobre los restos del barco continúa, ya que su estado suscita serias preocupaciones. Los interiores del "Titanic" ya han sido completamente destruidos y todos los elementos de madera han sido devorados por gusanos y bacterias. Los organismos marinos y el óxido corroen las estructuras metálicas del barco. En 2010, se descubrió en el óxido que cubría el barco una especie de bacteria previamente desconocida, que recibió el nombre "Halomonas titanicae". Según algunos científicos, la parte principal del barco se desmoronará por completo en pequeños fragmentos a principios del siglo XXI y XXII, y sólo sobrevivirán estructuras metálicas masivas, como motores y anclas.