¿Adiós a las migrañas? Famosa universidad hizo un descubrimiento revolucionario
Un estudio realizado por científicos arroja nueva luz sobre las causas de la migraña y abre nuevas opciones de tratamiento.
Una migraña puede arruinarle a cualquiera incluso el mejor día. Y es especialmente molesto que muchas veces ni siquiera sepamos qué causa el dolor de cabeza. ¿Es el tiempo, el cansancio, el estrés... o quizá algo grave?
La migraña es difícil de diagnosticar y tratar porque los científicos, hasta ahora, no conocían exactamente sus causas subyacentes. Un reciente descubrimiento realizado por un equipo de la Universidad de Rochester en Nueva York nos da la esperanza de que finalmente podremos identificar las causas de los dolores de cabeza.
Según los resultados de este estudio, las llamadas "auras", destellos de luz que crean puntos ciegos en el campo visual de una persona, preceden a una proporción significativa de los episodios de migraña. Hasta el momento, su conexión con las migrañas no estaba clara, pero los científicos han descubierto ahora que estas auras son causadas por el movimiento del líquido cefalorraquídeo que fluye alrededor del cerebro. Este movimiento libera ciertas proteínas que interactúan con los nervios causando dolor de cabeza.
Los investigadores han identificado doce tipos de proteínas que duplican su concentración durante la aparición de un aura, incluido el CGRP, un péptido asociado con la transmisión del dolor. Esto abre la puerta a tratamientos nuevos y más eficaces. Actuando sobre este proteína, será posible tratar la causa de la migraña y no sus síntomas, como lo hacen los fármacos convencionales.
"Estos hallazgos proporcionarán nuevos objetivos para inhibir la activación de los nervios sensoriales, lo que nos permitirá prevenir y tratar la migraña mientras mejoramos los tratamientos existentes", concluyen los autores del estudio en un artículo publicado en la revista "Science".
¿Qué tan pronto tendremos una forma eficaz de tratar las causas de los dolores de cabeza? Los descubrimientos de los científicos deben ir seguidos de ensayos clínicos, necesarios para garantizar la seguridad de los pacientes e introducir nuevas terapias en la práctica médica.