¿Las verduras congeladas pierden sus propiedades? Esto es lo que demuestra un estudio reciente
Investigadores de una universidad australiana estudiaron los efectos de elegir alimentos congelados en lugar de alimentos frescos y los resultados fueron sorprendentes.
En muchos países del mundo podemos observar una tendencia a consumir menos frutas y verduras, y esto es preocupante ya que son fundamentales para una dieta sana y equilibrada, aportando al organismo una variedad de vitaminas, minerales y fibra. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda comer al menos 5 porciones de frutas y verduras al día (400 g) para garantizar que una persona reciba una nutrición adecuada.
Sin embargo, las frutos y verduras frescas son cada vez más caras, lo que obliga a muchas familias a ajustar sus presupuestos de compras y sus opciones de alimentos. Una alternativa más económica pueden ser las frutas y verduras congeladas, que suelen ser más baratos que las frescas. Sin embargo, ¿las verduras congeladas tienen el mismo valor nutricional y vitamínico? Un equipo de investigadores de una Universidad en Australia analizaron las propiedades de las frutas y verduras congeladas en comparación con las frescas.
Los resultados de este estudio mostraron que los niveles de nutrientes comienzan a disminuir desde el momento en que se recolecta la cosecha. Sin embargo, ya que las verduras se congelan inmediatamente después de la cosecha, pueden retener niveles más altos de ciertos nutrientes, como las vitaminas C y E, en comparación con sus homólogos frescos. Minerales como el calcio, el hierro y el magnesio se mantienen en los mismos niveles tanto en los alimentos congelados como en los frescos. Por lo tanto, consumir verduras y frutas congeladas no es nada mala idea.
Y si realmente quieres comer verduras frescas, conoce a los productores locales que cultivan en tu zona. Es muy recomendable comprar siempre verduras y frutas locales y de temporada, ya que salen más baratas. Para reducir el desperdicio, planifica cuidadosamente tus comidas y viajes de compras, y hazte miembro de una comunidad local para intercambiar o recolectar productos frescos. Además, cultivar tus propias hierbas y verduras en macetas puede reducir significativamente los costos a largo plazo.