Se confirma la hipótesis de Einstein: los científicos pudieron observar cómo cae materia en la "boca" de un agujero negro
Los astrofísicos pudieron demostrar cómo cae la materia en los agujeros negros, confirmando la versión propuesta por Einstein a principios del siglo XX.
Los agujeros negros siempre han sido uno de los fenómenos espaciales más misteriosos y atractivos para los científicos, y ha habido muchas disputas y versiones sobre su naturaleza. Hace tiempo que habían llegado a la conclusión de que cuando la materia se acerca lo suficiente a un agujero negro, ya no se mueve en línea recta, sino que comienza a circular, como el agua cuando se acerca a un desagüe. Pero lo que sucede dentro de un agujero negro siguió siendo un misterio para la ciencia.
Hace más de cien años, Albert Einstein propuso su versión, sugiriendo que la materia se cae dentro de los agujeros negros. Los científicos modernos han llegado recientemente a la misma conclusión, lo que una vez más confirma el genio y la perspicacia del fundador de la teoría de la relatividad. Utilizando un potente telescopio de rayos X para observar un agujero negro, los científicos de la Universidad de Oxford pudieron ver el proceso de caída de la materia en un agujero negro. "La teoría de Einstein predijo que se produciría esta caída final, pero esta es la primera vez que hemos podido demostrar que esto está sucediendo", dijo Andrew Mummery, profesor de física de la Universidad que dirigió el estudio. "Es como un río que se convierte en cascada: hasta ahora hemos visto un río. Esta es la primera vez que vemos la cascada", explicó Mummery.
Cuando una estrella se acerca lo suficiente a la "boca" de un agujero negro, comienza a estirarse y colapsar, y esto su tiempo recordó a los científicos los "espaguetis" que giran en el momento de ser absorbidos por el "monstruo" negro. Al mismo tiempo, no toda la materia de la estrella es absorbida por el agujero negro: parte de esta materia en forma de gas y polvo forma una "nube" achatada que oscila y brilla frente a la "boca" del agujero negro.
Otro grupo de científicos, del Instituto Tecnológico de Massachusetts en EE.UU., descubrió recientemente que las "oscilaciones" de estas nubes pueden dar información para resolver otro misterio: la velocidad a la que giran los agujeros negros. Al analizar los datos recibidos de un telescopio de rayos X instalado en la Estación Espacial Internacional, pudieron capturar la velocidad de la nube de uno de los agujeros negros y luego calcular la velocidad de rotación del agujero. Para su sorpresa, resultó que no era tan grande como se pensaba, menos del 25% de la velocidad de la luz.