Hisku Wilund, de 15 años, borró Instagram de su teléfono; los síntomas comenzaron de inmediato
Podríamos estar ante un nuevo movimiento de rechazo a las redes sociales.
Cuando Hisku Wilund , un chico finlandés de 15 años, comenzó sus vacaciones de primavera, instintivamente abrió su teléfono y empezó a buscar la aplicación de fotos Instagram. Entonces recordó: "Ah, sí, la borré."
Wilund inició hace dos meses un ayuno de redes sociales de medio año. Una tendencia a la que se han ido apuntando cada vez más y más jóvenes. El describe los inicios del experimento como difíciles, porque estaba acostumbrado a usar Instagram hasta siete horas al día.
Según compartió en un podcast llamado "Iconos de la cultura": "Tuve síntomas de abstinencia. Durante los primeros días, mi cuerpo estaba realmente a toda marcha."
El padre de Wilund le planteó un desafío. Si logra pasar seis meses sin redes sociales, en septiembre le espera un viaje al extranjero. El chico se siente confiado de alcanzar la meta.
Este caso no es el único. Cada vez encontramos más personas de todas las edades, y en especial jóvenes, que se están sumando a esta tendencia. Según afirman, las ventajas son múltiples: una mayor capacidad de concentración, mejor autoestima, disfrutar más del momento presente, tener menos sentimientos negativos.
Ahora que no usa redes sociales, Wilund pasa su tiempo libre dibujando, leyendo, haciendo manualidades o mirando documentales.
En España, se estima que el 90 por ciento de usuarios de las redes sociales son jóvenes de 16 a 24 años. En promedio, pasan 5 horas 45 minutos al día en redes sociales, según reportes del sitio Statista.
Las aplicaciones más usadas también varían según la edad, aunque la más popular de todas es YouTube. Le siguen Instagram, Facebook, Tiktok y X. El tiempo que dedicamos a redes tiene como objetivo principal contactar con familiares y amigos (50,4 por ciento), ocupar el tiempo libre (46,9 por ciento) o mantenerse informado (43,2 por ciento). Cabe destacar también que son más las mujeres que hombres en usar las redes sociales, con 51 por ciento y 49 por ciento, respectivamente.
Las personas que han dejado de utilizarlas por lo general reportan un mayor bienestar. Algunas de las razones que citan para tomar esta decisión son pasar tiempo de calidad, hartazgo por la sensación de dependencia que causan y ganas de tener conexiones más significativas con su entorno.
Wilund termina la entrevista afirmando que no todo en las redes sociales es malo, ya que él también las ha utilizado para mantenerse en contacto con amigos que viven en otras ciudades. Como en todo, la clave está en un uso más consciente y moderado.