¡Tecnología vampiro! Esta es la primera batería que genera energía con sangre, según estudio
Este invento podría revolucionar el mundo tecnológico de manera sustentable.
Un reciente artículo publicado en la revista científica Energy & Fuels afirma que un equipo de científicos del Instituto Químico de la Energía y el Medio Ambiente (IQUEMA) de la Universidad de Córdoba (UCO) en España ha logrado crear la primera batería que utiliza sangre para producir energía. Más específicamente, el prototipo desarrollado utiliza la hemoglobina como facilitador de las reacciones electroquímicas y, por tanto, es capaz de generar electricidad.
Para llevar a cabo el experimento, los investigadores utilizaron pilas de zinc-aire, que funcionan mediante una reacción química de reducción del oxígeno. En otras palabras, cuando el aire entra en la pila, el oxígeno reduce el agua en el extremo positivo y libera electrodos que oxidan el zinc en el negativo, lo que podría ser una alternativa mucho más sostenible a las actuales pilas de litio.
Es precisamente en esta fase cuando la sangre hace su trabajo; para mantener en marcha la reacción de reducción del oxígeno se necesita un buen catalizador con propiedades específicas, como lo es la hemoglobina. Añadiendo la proteína presente en los glóbulos rojos, lograron crear un prototipo de batería que siguió funcionando entre 20 y 30 días.
"Para ser un buen catalizador en la reacción de reducción del oxígeno, el catalizador debe tener dos propiedades: absorber rápidamente las moléculas de oxígeno y formar moléculas de agua con relativa facilidad. Y la hemoglobina cumplía estos requisitos", afirma el autor principal del estudio e investigador de la UCO, Manuel Cano Luna, en una nota de prensa oficial.
Como ya se ha mencionado, la hemoglobina facilita la reacción electroquímica de la pila y, afortunadamente, los científicos sólo necesitaron utilizar 0,165 miligramos de la proteína de la sangre para mantenerla en funcionamiento hasta 30 días. Además de ser una opción más sostenible, los investigadores explican que también podría utilizarse en dispositivos integrados en el cuerpo humano, entre ellos los marcapasos.
"El estudio, publicado en la revista Energy & Fuels, abre la puerta a nuevas alternativas funcionales para las baterías en un contexto en el que se esperan cada vez más dispositivos móviles y en el que se apuesta cada vez más por las energías renovables, lo que hace necesario disponer de dispositivos que almacenen el exceso de energía eléctrica en forma de energía química. Y lo que es más importante, las baterías de iones de litio más comunes en la actualidad se enfrentan a problemas de escasez de litio y a su impacto medioambiental como residuo peligroso", señala el comunicado.
¿Cuándo podrían ser una realidad? Por el momento, se trata de un prototipo, y a futuro probablemente utilizará proteínas de origen animal. El siguiente paso de este equipo de científicos es descubrir otra proteína que permita recargar la batería de forma sencilla.