Cliente liviano e informática

Cliente liviano e informática

El "cliente liviano" se impone como alternativa al trabajo "clásico" en la empresa. Esta configuración minimalista asegura el enlace entre la pantalla y el servidor y permite a los profesionales trabajar con aplicaciones virtualizadas instaladas en el servidor de la empresa o externalizadas en modo SaaS. Un modo de funcionamiento que conviene particularmente a las pequeñas redes empresariales.

¿Quién es el cliente liviano en la lógica económica?

La introducción del cliente liviano reduce el control de los costos informáticos en la empresa mediante la desmaterialización de los procedimientos y la expansión del mercado de la oferta SaaS.

Con el cliente liviano, las aplicaciones ofimáticas y los oficios (por ejemplo: planificación de recursos empresariales) son enviados al servidor y descongestionan el ordenador de programas golosos en recursos. Sólo queda una interfaz de navegación para trabajar en modo virtual.

El cliente liviano suprime la pesadez del funcionamiento de la PC y de sus aplicaciones instaladas en su disco duro. Para las empresas, la ganancia es evidente: ninguna preocupación por problemas de funcionamiento de los programas de la PC, más fiabilidad, ningún mantenimiento, menos consumo de ancho de banda y de energía y un mejor retorno de la inversión gracias a la obsolescencia reducida del equipo.

La centralización de la administración a partir de un solo punto, el servidor, es la característica común de los clientes livianos, del mismo modo que la capacidad de crear redes de los ordenadores.

Es el nivel de realizaciones integradas que los diferencian (memoria RAM, número de puertos) así como su compatibilidad con los diferentes entornos informáticos para responder a esta necesidad.

Existen clientes livianos "híbridos" que permiten acceder al conjunto de las aplicaciones Linux y Windows.

 

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